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Dionisio Cagigas aprovechó unos días de descanso en el 'Gran Circo' para visitar su pueblo, Santoña. :: ANA COBO
«Aunque sea una parte ínfima, he aportado mi granito de arena»
FÓRMULA 1

«Aunque sea una parte ínfima, he aportado mi granito de arena»

Este santoñés también siente como suya una pequeña parte del campeonato del Mundo de Fórmula 1 logrado por Sebastian VettelDionisio Cagigas Ingeniero de Red Bull

PPLL

Martes, 1 de noviembre 2011, 03:28

Dionisio Cagigas encontró la llave de su futuro laboral en un periódico gratuito. Este santoñés, licenciado en ingeniería industrial, aún recuerda cuando en el metro de Madrid, de camino al trabajo, vio entre noticia y noticia un anuncio de la 'Beca Cajastur Fernando Alonso'. No se lo pensó dos veces. Como apasionado al mundo del automóvil y las carreras probó suerte. Y le llamaron. Se fue a Oxford Brookes a formarse durante un año en un máster. Hace tres años desembarcó en el equipo Red Bull como ingeniero de simulación y, a principios de éste, saltó de la factoría a los boxes para controlar los sistemas de monitorización de los coches de Vettel y Webber. Se siente un privilegiado. Sabe que hay muchos compañeros que nunca llegan a ver ganar a su equipo. Él sí. Diony, a sus 28 años, se ha estrenado en el asfalto aupando al alemán con su «ínfimo» trabajo a lo más alto. Se siente parte del triunfo y aprovecha un viaje relámpago a su pueblo para contar la experiencia que está viviendo.

-¿Cómo llega un santoñés al mundo de la Fórmula 1?

-Estudié Ingeniería Industrial en la UC y el proyecto final de carrera lo hice de Erasmus en Exeter. Al concluir trabajé en varias empresas. Cuando llevaba un año trabajando en Madrid, un día cogí un periódico gratuito en el metro, vi un anuncio de las 'Becas Cajastur Fernando Alonso' y la solicité. Algo así como el que echa el Euromillón. Me llamaron, pasé las pruebas de selección y me otorgaron la beca. Una 'superbeca', con una dotación de 36.000 euros, más otros 6.000 para la matrícula. Y de repente me vi en Oxford haciendo el máster de automoción deportiva. Lo acabé, volví a Santoña y estuve tres meses enviando currículums a diferentes empresas, entre ellas Red Bull, por una oferta de ingeniero de modelado y simulación. Les interesé, pasé las pruebas en noviembre de 2008 y en diciembre entré al equipo.

-A Red Bull. Sus coches no parecen tener rival...

-Sí, entonces empezaba con el RB 5. Era la temporada de 2009 y en China se ganó la primera carrera. Incluso, había un bonus económico por ganar fijado en el contrato. Comencé en el año en que todo empezó a ir bien. Es producto de la inversión, sino no puedes tener un equipo con 600 trabajadores. Para obtener resultados hay que invertir. Casualidades del destino, la empresa que me llamó gana, pero me podía haber llamado cualquier otro equipo y del final de la parrilla.

-¿Cuál es su función ahora mismo en el equipo?

-En 2009 se prohibió a los equipos hacer tests durante la temporada, lo que llevó a Red Bull a buscar herramientas para probar cosas antes de ir al gran premio y saber si funcionaban o no. En resumen, un simulador en el que el piloto se monte y tenga las mismas sensaciones que si estuviera en el circuito, percibiendo los cambios de reglaje necesarios. A finales de febrero de 2011 surgió en el equipo una vacante de ingenieros de control que me propusieron. Ahora me encargo de la caja de cambios, embrague, kers... de monitorizar los diferentes sistemas del coche. Es una posición junior en la que ya hay un chico trabajando. Estoy como de aprendiz, poco a poco, pero te sueltan y aprendes en el terreno. En marzo ya estaba haciendo tests. La primera carrera que hice fue en Malasia y ganamos. Hay mucha gente esperando años para ganar. Yo llegué y a la primera.

-¿Cómo se viven las carreras desde el box?

-Cuando me dijeron que iba cambiar la factoría por la pista ni lo dudé. Es un puesto idóneo para gente joven, porque son muchas horas de dedicación. Llegas a trabajar 16 horas diarias. Te tiene que gustar. Inviertes sábados y domingos para prepararlo todo y que la gente ponga la tele y vea el gran premio. Además de monitorizar, escucho la radio y oigo lo que sucede en los dos coches a través de los cascos. Por un oído Vettel y, por el otro, Webber. La primera carrera me costó mucho, porque hablan todos a la vez, pero me he ido acostumbrando. Es impresionante escucharlo según pasa, porque desde casa sólo sabes lo que te retransmiten. Pero yo estoy en directo. Estoy haciendo que pase y, eso, es inigualable.

-Las victorias, ¿cómo se ven a pie de pista?

-Es brutal. Cuando ganas tienes la sensación de satisfacción, de que todo ha funcionado. Y aunque sea una parte ínfima, también he puesto mi granito de arena. Todo es fruto del trabajo en equipo, de la aportación de mucha gente. Pero aunque sea muy poquito lo que hagas, ese poco hay que hacerlo y te sientes orgulloso. Estás ahí y te sientes parte del triunfo.

-¿Cuánto hay de mérito de los ingenieros en una victoria como la de Vettel?

-Muchas veces les gusta llamarlo deporte porque los pilotos son deportistas. Tienen que entrenar. ¿Pero puedes llamarlo deporte cuando hay algo mecánico detrás?. En cuanto al mérito, sino hay coche no ganas, pero si hay coche y no hay piloto tampoco. Es un ratio de inversión-éxito. Nadie puede esperar ganar con cinco trabajadores. Hay muchas horas, mucha gente que contratar y dinero que invertir para tener un coche ganador.

-Al margen de Alonso, ¿España vive la Fórmula 1 o ha sido sólo una moda pasajera?

-No sé. Incluso en mi caso la beca salió a raíz de Alonso. Esperemos que no sea pasajero. Alonso lleva sin ganar desde 2006 y no sé como serán los números de la audiencia, pero calculo hayan ido hacia abajo. Somos mucho del que gana y cuando alguien no gana se deja de ver. Ocurre también con el baloncesto o el tenis. Eso no se puede cambiar. Pero si te gusta, lo sigues. Alonso no fue el primer piloto español de Fórmula Uno, pero sí el primero en ganar el campeonato, enganchando a muchos espectadores.

Fernando Alonso

-Le habrán dicho alguna vez que le saque alguna tuerca al coche de Vettel...

-Sobre todo los amigos cuando salimos por la noche en un ambiente más relajado bromean diciéndome que a ver si le puedo echar un cable a Alonso. Son bromas, al final, es tu trabajo y tienes que ser un profesional.

-Como aficionado, ¿Vettel o Alonso?

-Es difícil. Yo diría al cincuenta por ciento. No me voy a mojar (risas). Hay que ser talentoso, pero también trabajarlo y los dos están en ese perfil. No hay muchas diferencias. Llevan muchos años metidos en el mundillo, desde pequeños acudían a competiciones de karting. Es verdad que Alonso me dio la oportunidad. Es el único que ha generado unas becas para ingenieros, para la otra parte del garaje. Ferrari y Red bull tienen academias de pilotos pero aquí estamos hablando de ingenieros a los que les gusta las carreras y se encuentran con esta oportunidad.

-¿Hay muchos secretos en la Fórmula Uno que sólo se conocen estando dentro?

-Es un mundo bastante cerrado. Hay mucho dinero en juego. Como el mítico caso de espionaje industrial entre Ferrari y McLaren. Ha habido grandes multas por ello. Tiene que ser hermético.

-Seguro que alguna vez, en plena carrera, un arreglo 'casero' ha servido para solucionar algún problema...

-Total. La típica cinta aislante (risas). A mi no me ha pasado, pero te cuentan historias. Al final es un mundo de abuelos cebolletas. Y lo peor que te puede pasar en un gran premio es que se te acabe la cinta aislante. Esas pequeñas herramientas que te sirven para arreglar cosas en casa también se usan. Pegalo con esto y a ver si tira. A veces, tienes que salir para calificar y se repara como se puede y a ver qué pasa. Pero yo no soy mecánico. Soy más de ordenador, reglajes... Esta temporada los coches están siendo bastante buenos en cuanto a fiabilidad mecanica (algo se rompe porque no se ha instalado bien).

-¿Y alguna anécdota confesable?

-Llevaba dos años en fábrica y era uno más de 600 trabajadores. Ahora estoy en el equipo de carrera y no solo estoy escuchando la radio, también hablo. Imaginate el tema del acento. En la primera carrera que hice, en Malasia, cuando hablé por primera vez, notaban que había un acento extraño. Están acostumbrados a oír las voces de los demás y tienen que adaptarse a la nueva. Para mí también fue sorprendente hablar por primera vez y que me escucharán todos. También cuando vas a las reuniones y te empiezan a llamar por tu nombre. Ese proceso de integración. No dejamos de ser una familia que viaja por el mundo y como familia, es cerrada. Como miembro nuevo cuesta hacerte al grupo, pero una vez que estás dentro, eres uno de ellos.

-Hasta donde se pueda leer, el Red Bull del año que viene será...

-El año que viene no hay muchos cambios en reglamentación. Sólo se modifica la localización de los escapes. El gran cambio será en 2014, que variará el tipo de motor. Pasaremos del V8 al V6. Para 2012 será el mismo coche con evoluciones pequeñas. Lo que te cabe esperar es que si el coche ha ganado este año, el que viene también.

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