El viento rompe la catenaria y deja tirados a 500 pasajeros

Esta vez no fue el típico 'enganchón'. Ni las bajas temperaturas. La culpa tampoco fue directamente de la catenaria, aunque sí indirectamente al resultar la perjudicada de que el fuerte viento soltara una pieza del tendido y le dejara sin suministro para abastecer a la vía férrea. Como consecuencia de esta avería, alrededor de medio millar de pasajeros y seis trenes se vieron afectados ayer por la mañana en Cantabria.

La línea estuvo sin servicio entre las 07.00 y las 8.45 horas. El causante fue, según Adif, el viento (a las cinco de la madrugada se midieron en la zona rachas de hasta 72 kilómetros por hora), aunque el verdadero origen de que faltara servicio eléctrico a la línea fue una pieza que quedó suelta. Todo apunta a que alguna ráfaga hizo que se soltara la ménsula -pieza que sostiene la catenaria- de uno de los postes situados a unos pocos metros de la estación de Zurita, cerca de Torrelavega.

Al quedar a expensas del viento, la ménsula rozaba con el sustentador, lo que provocaba cortocircuitos. Por esa causa 'saltó' todo el tramo situado entre las subestaciones que suministran energía a la catenaria, en este caso entre Boo de Guarnizo y Los Corrales. Adif detectó el percance cuando las cuadrillas que trabajan en la renovación del tendido volvían a dejar libre el servicio.

Cinco trenes

Los trenes a afectados ayer por la avería fueron el Alvia Santander-Madrid-Alicante y cinco de Cercanías, de ellos tres en sentido Santander y dos en dirección Reinosa. Los 60 pasajeros del tren de larga distancia que estaban en la estación de la capital cántabra, más los que se sumaron en Torrelavega y Reinosa, fueron trasladados en autobús hasta Valladolid, para proseguir viaje en otro tren, mientras que para los usuarios de los trenes de Cercanías Renfe también dispuso una serie de autobuses para comunicar las distintas estaciones entre Boo y Los Corrales, el tramo que se quedó sin tensión.

Precisamente, parte de la zona afectada se encuentra dentro de uno de los tramos en los que Adif viene trabajando para renovar y compensar la catenaria. Se trata del recorrido Santander-Torrrelavega, que junto al de Bárcena de Pie de Concha-Reinosa, tendrá modernizado todo el tendido de aquí al otoño próximo. La tercera obra de renovación de catenaria que Adif mantenía en la línea férrea dentro de Cantabria, el tramo Mataporquera-Reinosa, la dio por concluida el último día de octubre.

De cambio a frío

Esta avería fue la principal incidencia provocada ayer en Cantabria por los fuertes vientos que, desde el martes, azotan la región. Igual que la víspera, las rachas fueron menos virulentas de lo que se preveía, con lo que apenas hubo otras incidencias reseñables a causa de ese meteoro pese a que algunas zonas de la región estuvieron bajo el aviso de alerta naranja hasta las tres de la tarde. El servicio del 112, por su parte, apenas recibió llamadas de urgencia.

De hecho, la ráfaga más fuerte registrada ayer por los observatorio de Aemet fue de 77 kilómetros por hora en Villacarriedo. Un viento de claro componente Sur, cálido, que volvió a empujar los termómetros hasta temperaturas superiores a los 20 grados, como los 23 que se registraron en Parayas, o los 21 de Treto, Santander y San Vicente.

Se trata de unos valores que quedarán para el recuerdo pues de aquí al domingo las máximas van a empezar a caer hasta quedar unos ocho grados más abajo de los que se han marcado hoy. Tiempo de jubilación para la ropa de temporada y protagonismo para abrigos y prendas porque esta misma tarde el viento del Sur le da el relevo al frío Noroeste que, de paso, traerá mucha más nubosidad y lluvias y situará la cota de nieve en los 1.500 metros.

La caída de las temperaturas va a ser aún más notable el sábado. Será una jornada muy desapacible porque abundarán los chubascos -fuertes y persistentes, sobre todo en la mitad norte de la región, que está bajo el aviso de nivel amarillo por la posible acumulación de hasta 40 litros en doce horas-, las rachas serán muy fuertes del Oeste en el litoral y la cota de nieve puede situarse por debajo de los 1.300 metros.