«O se vota al PSOE o se vota al PP; lo demás son votos perdidos»

El último mensaje fue una encendida defensa del bipartidismo, de una concepción de la política entre dos únicos actores, quizá para reforzarse como uno de ellos: «O se vota al PSOE o se vota al PP. Lo demás son votos perdidos o inútiles. Porque ellos no se dividen. Desde la extrema derecha franquista a los 'pseudomodernos' neoliberales, todos están cobijados bajo la siglas del PP», afirmó Puerto Gallego en Reocín, donde ofreció su último mitin de campaña como cabeza de lista del socialismo cántabro al Congreso de los Diputados.

Si Gallego reconoció la unidad interna del PP, más allá de la composición que dibuja entre sus filas, fue porque el PSOE teme una dispersión de los indecisos entre otras opciones diferentes a la suya. Y ninguna vale en la «pelea» que plantea Rubalcaba desde su eslogan: «Si dividimos el voto de izquierdas y progresista, si no se va a votar, o si se apoya a una opción como el PRC, que no tiene nada que decir y hacer en España, se estará votando indirectamente al Partido Popular», atacó Gallego. Porque ahí está el quid.

Nadie discute la victoria del PP en la región el próximo domingo. Los socialistas no pelean por ese primer puesto, sino por el segundo. Porque haya un segundo, y no acaben empatando a un diputado con los regionalistas. Si al PSOE se le escurre uno de sus dos escaños, favoreciendo un 3-1-1, no sólo habrá perdido las elecciones abiertamente en Cantabria, sino que tendría que apechugar con la voz de Miguel Ángel Revilla en Madrid. Entre Madrid y Santander, porque el PRC se crecería aquí.

«Votar al PRC es dar el voto al Partido Popular, un partido que, por lo que estamos viendo en algunas comunidades autónomas, la nuestra sin ir más lejos, no se conforma con tener la mayoría», ahondó la candidata.

Según su discurso, Ignacio Diego «quiere acabar con toda oposición, desde los partidos políticos de la oposición, a los movimientos sociales, asociaciones de vecinos, organizaciones estudiantiles, sindicales.. Y también con las instituciones que osen enfrentársele. Y si no, que se lo pregunten a la Universidad de Cantabria o al Consejo Económico y Social», ejemplificó.

Frente a eso, prometió que, de renovar el Gobierno nacional para su partido, Rubalcaba «no recortará en las políticas sociales, mantendrá las ayudas a los parados, se seguirá ocupando de los que más lo necesitan, como los dependientes, y pedirá un esfuerzo fiscal a aquellos que están en condiciones de hacerlo». El enemigo, añadió, hará todo lo contrario.

Defensa de Cantabria

Gallego también sacó pecho por el trabajo que han realizado sus predecesores en Madrid. Y se remontó hasta los mismos orígenes: «Los socialistas hemos defendido a Cantabria defendiendo a España, y a España teniendo muy en cuenta a Cantabria. Los hemos hecho desde 1977, cuando se celebraron las primeras elecciones democráticas».

Del pasado reciente, o sea Zapatero y Gorostiaga, la candidata defendió que «con un Gobierno socialista en España y con nuestro partido formando parte del Gobierno de Cantabria, la Comunidad Autónoma no ha recibido de más, pero tampoco de menos. Ha tenido la atención que se merecía y le correspondía. En algunos casos, con un plus». Y ello, gracias a que Cantabria «tiene padrinos en Madrid».