El PP de Cantabria logra el hito de los cuatro diputados y deja fuera a Revilla

Ni siquiera los expertos electorales del PP manejaban el 4-1 como la opción más probable. Pero al final de un cómputo de votos ajustado, emocionante y variable, en el que se fueron reflejando por momentos todas las 'quinielas' discutidas durante la campaña, el Partido Popular de Cantabria pudo celebrar anoche con justificada euforia un resultado histórico: por primera vez se hizo con cuatro de los cinco diputados en liza, cedió el quinto al PSOE y dejó con un nuevo fracaso a las espaldas a su principal adversario político, el PRC de Miguel Ángel Revilla, que se quedó fuera de los escaños por el río de votos que se le fugaron respecto a los recientes comicios autonómicos con dirección a la orilla popular, incluso en sus feudos tradicionales. El PP dio ayer un paso de gigante para consolidar su poder en Cantabria en 2015.

El 'tsunami' popular mantiene toda su fuerza en Cantabria. Seis meses después de la histórica mayoría absoluta del 22 M, ayer alcanzó otro hito inédito con los cuatro diputados. Ni siquiera le ha hecho falta una campaña de gran intensidad ni relevantes novedades en las listas, ni siquiera el empuje electoral del alcalde santanderino De la Serna. La estrategia de la precaria herencia y los excesos del anterior Gobierno regional, la crítica sistemática a Revilla (el 'amigo' de Zapatero y Rubalcaba), y a López Marcano, los dos candidatos del PRC, han sido letales.

El PP contabilizó anoche unos 182.000 votos (52,2%), algunos menos que en las elecciones generales de 2008, pero los suficientes para llevar ahora al Congreso a Ana Madrazo, José María Lassalle, María Jesús Susinos y José María Alonso. En el Senado estarán Gonzalo Piñeiro, Encarnación Salmón y José Luis Vallines.

Hacia 2015

La gran victoria de los populares cántabros contribuye, sin duda, a hacer más contundente la mayoría absoluta de Mariano Rajoy en el Congreso, pero tiene también una trascendente lectura interna. Con el PSOE en situación crítica y una larga reconstrucción por delante, el descalabro electoral personalizado en Miguel Ángel Revilla y los síntomas de declive en el PRC dejan al PP de Ignacio Diego en una situación inmejorable para afrontar los comicios autonómicos y municipales de 2015. La ajustada mayoría 20-19 que arrojó el 22 M puede ser mucho más confortable dentro de tres años y medio, sobre todo si el PP ejecuta la idea de reducir a 35 los actuales 39 escaños del Parlamento de Cantabria.

El PRC pierde su desafío

El PRC ha pagado con una dolorosa derrota el rosario de infortunios, paradojas y contradicciones que ha supuesto su participación en el 20 N. Hace once meses acordó por aclamación, y desde el Gobierno de coalición, concurrir a las elecciones generales, pero ha tenido que presentarse una vez desalojado del poder. Revilla, que siempre se opuso a la idea, ha tenido que ser el número uno, porque nadie más podía serlo, y ahora se enfrenta al fracaso. El regionalismo, en fin, ha asumido un desafío electoral fuera de su ámbito en el que poco tenía que ganar, y ha perdido mucho.

El PRC logró ayer unos 44.000 votos (12,5%), muchos más de los 18.600 que registró en las generales de 1993, pero menos de la mitad de los 100.000 logrados en las autonómicas de 2007 y 2011, por lo que no obtiene representación en el Congreso ni en el Senado.

Revilla había revisado días antes de consumarse el desastre su idea inicial de abandonar la política si no lograba representación en Madrid. De modo que seguirá al frente del partido hasta las elecciones regionales de 2015 y tal vez tenga que asistir a la previsible huida masiva de alcaldes, ediles y simpatizantes en busca del calor popular, tal y como prefiguran los resultados de ayer.

Otra debacle del PSOE

El PSOE de Cantabria acompañó en la debacle al candidato cántabro a la Presidencia del Gobierno de España, Alfredo Pérez Rubalcaba. Los dos escaños del Congreso que tradicionalmente le correspondían se han quedado en uno, el que ocupará su cabeza de lista y exalcaldesa de Santoña, Puerto Gallego. También sentará plaza en el Senado el presidente del partido, Miguel Ángel González Vega, quien anunció cuando fue nominado que dejaría la Alcaldía de Val de San Vicente si lograba acceder a la Cámara Alta.

Los socialistas fueron esta vez el segundo partido más votado en Cantabria unos 88.000 votos (25,17%), y obtuvo más apoyo que en las autonómicas de mayo, pero perdió algo menos de la mitad de los sufragios contabilizados en las generales de 2008, 161.000 votos.

El PSOE de Cantabria, que encadena derrota tras derrota durante los últimos años, deberá ceñirse a la mecánica que dicten en adelante los órganos federales de un partido que parece obligado a abordar una suerte de 'refundación', tras la funesta etapa de Rodríguez Zapatero, que no sido capaz de enderezar Pérez Rubalcaba en estas elecciones. Normalmente, el calendario vendrá marcado por la convocatoria del Congreso federal, al que seguirán los cónclaves regionales.

En el fracaso del PSOE de Cantabria han tenido que ver, naturalmente, las fuertes subidas de los partidos minoritarios en el territorio de la izquierda. En Cantabria ha sido sobresaliente el crecimiento de UPyD, que ha sobrepasado los 12.500 votos, frente a los 5.000 que consiguió en las generales de 2008 y 5.800 en las autonómicas del mes de mayo.

También Izquierda Unida ha mejorado sus cuentas. De los 8.400 de 2008 y 11.300 del 22 M, esta vez ha sacado más de 12.500. Equo se ha aproximado a los 2.500 sufragios.