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Hoy en día solo los amantes de la historia y la montaña se acercan al lugar. :: CAVIA
Roma se olvida con la crisis
SAN FELICES DE BUELNA

Roma se olvida con la crisis

En los últimos años ha quedado en el olvido como atestigua el cartel tirado por los suelos que no hace mucho pregonaba su situación El campamento de Tarriba espera mejores tiempos para que se tase su valor

NACHO CAVIA

Domingo, 27 de noviembre 2011, 01:09

Ni siquiera el Imperio Romano se ha librado de la crisis económica que afecta a Italia y España. Ante otras prioridades más crematísticas, sus riquezas esperan tiempos mejores para ser descubiertas o estudiadas y duermen el sueño de los justos en enclaves históricos tan importantes como el campamento romano de Tarriba, entre San Felices de Buelna e Hijas, en Puente Viesgo. El hallazgo tuvo lugar a mediados de los 90 pero fue el 27 de noviembre de 1997 cuando el concejal de Patrimonio del Ayuntamiento de San Felices de Buelna, Federico Crespo, puso en conocimiento de la Consejería de Cultura el descubrimiento, una vez cerciorado de su importancia.

En una semana se cumplirán 14 años de aquella comunicación oficial. En ese tiempo, el equipo de Eduardo Peralta ha realizado dos campañas arqueológicas, en 1999 y en el 2000, e incluso la Universidad de Cantabria aportó su experiencia. Pero poco más. Ha proporcionado material arqueológico metálico, principalmente elementos militares romanos, fíbulas, monedas y un glande de plomo de honda que permiten situarlo a inicios del principado de Augusto, en plenas Guerras Cántabras.

Todo parado

A día de hoy, las investigaciones están paradas y el lugar presenta una desoladora imagen, con el cartel que hace mención al campamento por los suelos y ningún atisbo de que se esté preservando el lugar para futuros estudios. Sólo los amantes de la historia o de la montaña se acercan al lugar, a La Collada, una cima magnífica que sirve de vigía perfecta a los castros cántabros que en la misma época, la de la conquista de Cantabria por Roma, se levantaban al norte del valle, en el macizo del Dobra.

Federico Crespo, descubridor del enclave romano, destacaba al poco tiempo del hallazgo su importancia a nivel mundial: por encima del campamento de Aquitania, en Francia, por su mejor conservación; y del de Masada, en Israel, por ser de un tamaño mucho mayor. Los estudios posteriores certificaron que se trata de un recinto fortificado con muralla y foso exterior de 2.578 metros de perímetro, un 90% en Tarriba y el resto en Hijas.

Destaca la amplitud del perímetro del recinto principal, al que se suma un gran anexo, una amplia zona dividida en dos partes de la que una es un rectángulo casi perfecto con esquinas redondeadas, aprovechando la otra parte la orografía del lugar. En total son unas 18 hectáreas. Destacan igualmente las puertas en clavícula construidas en piedra encontradas en el lugar, lo que posibilitará en un futuro un estudio en profundidad, ya que normalmente han sido halladas sobre tierra. En definitiva, un yacimiento arqueológico de gran importancia proveniente de las Guerras Cántabras que, tras 2.000 años de historia, espera tiempos mejores.

El enemigo enfrente

La existencia de campamentos romanos y castros cántabros, calzadas imperiales y estelas celtas ponen de manifiesto la importancia del Valle de Buelna en la historia. Todo apunta a la existencia, al menos, de dos grandes campamentos romanos: uno al este, en la Collada; otro al oeste, en la Garita. Y enfrente, en el macizo del Dobra, cuando menos otros cuatro castros cántabros, la fortificación autóctona frente al poderío romano.

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