Malestar entre los castreños por el cambio de tarjeta del autobús urbano

El cambio en las tarjetas del servicio de transporte urbano de Castro Urdiales (Castrobús) no ha sentado nada bien a los castreños. Algunos se quejan de que «ahora nos cobran por otra tarjeta y no nos devuelven la cantidad que tenemos en la 'vieja'» y otros, consideran que «es una maniobra para sangrarnos y sacarnos el dinero». Pero si hay un colectivo indignado especialmente es el de los jubilados. Hasta ahora no pagaban por tener su tarjeta del Castrobús pero ahora, si su pensión es superior a 532, 51 euros (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), tendrán que cotizar.

El concejal de Industria, Peru Zaballa (PP), reconoció ayer que son varias las quejas que han recibido en el Ayuntamiento castreños desde el cambio de tarjeta. No obstante, asegura que el cambio se ha debido a que las 'viejas' ocasionaban problemas en las máquinas «y la empresa se ha visto obligada a retirarlas y sustituirlas por otras». Además, el edil popular señala que la nueva tarjeta (se llama Transporte de Cantabria), que se puede comprar en cualquier estanco al precio de 1,50 euros, tiene la ventaja de que se puede usar en Renfe, Feve, el aeropuerto y el transporte urbano, caso de ALSA que gestiona el servicio del Castrobús. «Sé que los cambios siempre cuesta asimilarlos, pero hay que tener en cuenta que el Gobierno de Cantabria está subvencionado esta tarjeta», apuntó.

Reunión con ALSA

El concejal de Industria mantendrá en los próximos días una entrevista con los responsables de ALSA con el objeto de que amplíen el horario de atención al cliente de la oficina que se ubica en Leonardo Rucabado. Actualmente, sólo se atiende los martes y jueves de 15:00 a 17:00 horas.