El acosador de Canalejas reconoce los tocamientos a varias menores

Varias menores, de entre nueve y catorce años, reconocieron ayer a Pedro Luis L. S. como el hombre que presuntamente abusó de ellas a la salida de sus colegios o en sus portales en la zona de Canalejas. Las jóvenes, que declararon a puerta cerrada y protegidas tras un biombo, explicaron a los magistrados de la Sección Primera de la Audiencia de Cantabria cómo sucedieron los hechos y, según explicó posteriormente el fiscal, ofrecieron declaraciones ricas en detalles. Incluso, alguna de las pequeñas no pudo reprimir el llanto al salir de la sala.

Los hechos se desarrollaron desde febrero hasta junio de 2011. En cinco meses, las acciones de Pedro Luis despertaron gran alarma social. En algunos casos, el acusado abordó a las niñas en plena calle, en otros, en los accesos a sus domicilios. Por ello, el Ministerio Fiscal le acusa de siete delitos de abusos sexuales (cuatro de ellos a menores de 13 años), un delito de abusos en grado de tentativa y un delito de resistencia a la autoridad. En total, el fiscal solicitó doce años de prisión para el acusado. No obstante, incrementó las medidas de la orden de alejamiento inicial hasta los 300 metros, durante un período de siete años.

La defensa de Pedro Luis también cambió sus condiciones. En su caso, modificó todo: pasó de estar de acuerdo, en parte, con la Fiscalía y considerar los hechos como delitos de abuso sexual, a calificarlos como «faltas por vejaciones». Así, pidió que la pena de cárcel -que inicialmente oscilaba entre los cinco años y medio y los seis- quedase en una multa a razón de diez euros por cada una de las faltas. Igualmente, solicitó la consideración de varias atenuantes: la reparación del daño (pues el acusado abonó las indemnizaciones en su totalidad), el reconocimiento de los hechos y la colaboración con las fuerzas de seguridad.

La acusación particular, que representó a tres de las menores afectadas, solicitó una pena de cuatro años y seis meses de prisión, la prohibición de acercarse a las víctimas durante siete años, que Pedro Luis no pueda residir en Santander y que esté en libertad vigilada durante ocho años. En sus conclusiones, la letrada utilizó como argumentos que el procesado fuese condenado por un delito de exhibicionismo en 1999 y el proceso abierto que tiene en Santoña, donde se le imputan siete casos de abusos a niñas, también menores de edad.

En el juicio también declararon los policías nacionales que lo detuvieron. Explicaron que establecieron un dispositivo en la zona de Canalejas para garantizar la seguridad de los escolares. Señalaron que, gracias a los testimonios, comprobaron que el autor de los hechos utilizaba siempre el mismo 'modus operandi', cuyas características físicas correspondían con las de Pedro Luis. El día del arresto, el acusado huyó de los agentes e incluso lesionó a uno de ellos.

«¿Por qué las toqué?»

Sin quitar la vista del suelo, Pedro Luis reconocía, con matices, los tocamientos pero no supo explicaron qué le llevó a ellos. «¿Por qué toqué a las niñas? Eso mismo me preguntó yo todos los días», explicó. El procesado comentó que después de hacerlos se sentía «fatal» y que no tenía «ningún motivo especial» para actuar así. Igualmente, negó que existiese un móvil sexual en sus acciones que describió como tocamientos «de pasada» y de las que se declaró «totalmente arrepentido».

Su abogado afirmó que durante el juicio no habían quedado probados los tocamientos a ocho menores ni que éstos tuvieran «como finalidad satisfacer los deseos sexuales» del implicado. El letrado destacó que en sus acciones, Pedro Luis no tenía intención de «menospreciar o humillar» a las niñas y que, incluso, llegó a «hacerles burla» cuando huía del lugar de los hechos.