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JOSÉ CARLOS ROJO
Viernes, 24 de febrero 2012, 01:16
Hace menos de un año poca gente alejada del circuito musical albaceteño conocía al cantautor Carlos Sánchez, alias Honky Tonky Sánchez. Hoy, ocupa salas de conciertos y huecos en periódicos y webs gracias al disco 'Esta tierra hostil', que se ha descubierto como uno de los trabajos más destacados del pop nacional más reciente.
Dentro de su pequeña gira por el norte de España, el ex guitarrista de Mercromina y Gonzo se suma hoy, acompañado de banda y en formato eléctrico, al ciclo 'Cajas de Música' de la sala santanderina BNS, a las 22.15 horas. Probará con la que es su mejor carta de presentación, el mencionado 'Esta tierra hostil' (Molusco Producciones, 2010). «Es el disco que siempre quise hacer, desde que era pequeñito», sentencia al otro lado del teléfono sobre un sonido crudo, limpio, aderezado por su voz rasgada y ronca, domada durante años por la admiración a mitos como Tom Waits o Johnny Cash.
-El timbre es quizá su mayor rasgo diferenciador.
-Unas cuantas botellas de whisky y tabaco me ha costado (irónico). En realidad no es algo fingido o buscado, es mi voz. También es cierto que desde que tenía 11 años he escuchado timbres roncos en canciones maravillosas. Quizá algo de esa influencia me queda de Waits o Cash.
-¿Son sus principales referencias?
-La historia de las referencias es bien curiosa. Comencé escuchando música dura muy joven. Para hacerse a la idea, me encantaba ACDC a los nueve años. Luego, fue mi tío quien me descubrió todas estas otras voces. Pero sobre mi caso concreto, puede que también en algunos momentos fuerce demasiado. He perdido la voz más de una vez, si no duermo bien o si canto demasiado. Los médicos me han dicho que tengo un callo en una cuerda vocal; pero ya está casi curado. Tiene su atractivo, al final se ha convertido en algo parecido a un pedal para mi guitarra (risas).
-Y la visión catastrófica del mundo, ¿de dónde sale?
-Si hablamos del título, hay que retomar el pasado. Cuando escribí estas canciones las cosas no estaban muy bien. Tampoco es que ahora estén mejor, pero al menos en el plano personal, yo estoy bien. Cuando pensé en este título tenía un hastío considerable.
-Y al hablar del trabajo que le llevó a publicarlo confir ma que no fue un camino de rosas.
-La música es complicada. Se puede asemejar a una montaña rusa, con muchas subidas y bajadas. Si aderezas eso con mi personalidad, tendente a los cambios de humor repentinos, terminas montando una bomba. De todos modos, justo al finalizar la grabación del disco, un gran amigo, batería de este trabajo, falleció de forma repentina. Me quedé tan desolado que me costó unos cuantos meses sacar a la luz toda esa música que él había grabado y que nunca pudo llegar a escuchar. Es un episodio bastante triste.
-D ice textualmente «es el disco que quise hacer desde que era pequeñito»...
-Cuando escribo siempre me sale una melancolía tremenda. No sé mentir, tengo que comunicar cosas que me salgan de dentro. Creo que lo he logrado al máximo, más que nunca, y es lo que me hace estar contento con el trabajo bien hecho.
-¿Logró también domar a sus propias canciones?
-Exacto; pero no fue nada fácil. Vienen cuando se les antoja y como quieren. Unas son más exigentes que otras. Pueden pedirte un coro gospel o una trompeta, y yo tengo que arreglármelas para buscar el modo de tenerlo. Es una cruzada complicada; pero ahí es donde he localizado mi esfuerzo y he logrado justo lo que quería.
-Ahora se habrá puesto el listón alto.
-Es lo complicado de este asunto. Estoy trabajando en un nuevo disco, se va a titular 'De la piel del diablo', y va a ser igual de complicado. De cualquier manera, el reto es continuar en la misma senda. Mantenerme fiel a mí mismo y buscar todo aquello que me pidan las canciones. Es interesante pensar en todo lo que me queda por hacer, en todas las personas que no he conocido aún y que tendré que conocer para este nuevo trabajo.
-¿Repetirá esos «arreglos hermosos, directos, violentos, sucios, nunca complacientes»?
-No es una frase textual mía. Tengo un amigo crítico musical. Cuando terminé este álbum le pedí que me hiciera una crítica descarnada y eso fue lo que salió. Es una gran persona; no sabe hablar de algo si no es de un modo constructivo. Me ayudó mucho y me aportó bastante con vista a los siguientes trabajos.
-Ahora llega el directo. No está muy acostumbrado a las salas.
-Me llamaron para el concierto que doy hoy en Santander y acto seguido llegó la contratación en San Sebastián. Es curioso cómo llegan las cosas a veces. Soy madrileño, pero lo cierto es que me siento muy querido por el norte.
-¿Qué echa de menos de Mercromina y Gonzo?
-Más que echar de menos, de ellos me queda mi familia. Son mis grandes amigos y tengo la suerte de contar con ellos hoy en día. Aprendí mucho y viví experiencias inolvidables.
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