

Secciones
Servicios
Destacamos
IRMA CUESTA
Jueves, 5 de abril 2012, 09:11
Que los presupuestos respondan «a la peor coyuntura económica de la historia de la democracia» no restará fuerza al presidente del Gobierno para pelear porque a Cantabria le llegue una porción más grande del pequeño pastel que el Estado debe repartir entre todas las comunidades autónomas. Ayer, a Ignacio Diego no le costó mucho reconocer que los presupuestos son «malos», como también ha dicho Rajoy, y que está dispuesto a «pelear para conseguir más dinero» para Cantabria. El presidente se vistió con la túnica de defensor de los intereses de la autonomía y aseguró que los 125,9 millones de euros consignados para Cantabria en el proyecto del Presupuestos Generales del Estado le parecen poco y anunció que está dispuesto a mostrar su cara más inconformista y a pedir más dinero.
Mostrar su perfil reivindicativo no impidió al presidente justificar esa suerte de sobreajuste en la actual coyuntura. «Quien esperase unos presupuestos distintos, o era un iluso o quería engañar a los españoles», dijo Diego cargando la responsabilidad del desastre asumido sobre los hombros del anterior Gobierno. «El vergonzoso déficit superior al ocho por ciento heredado del anterior Gobierno y que hay que corregir ahora condiciona el futuro inmediato», afirmó como preámbulo de un discurso más optimista en el que comparó «los cero euros para la A-8 y Valdecilla de cuando había dinero, con las partidas que el Gobierno de Mariano Rajoy ha incluido en su propuesta».
Unos presupuestos, dijo, que «no han recurrido a la congelación de las pensiones, no baja el sueldo a los funcionarios y además vuelve a incluir una partida para Valdecilla después de cuatro años en los que no se puso ni un euro para el hospital con Zapatero en el Ejecutivo y Revilla de rodillas».
Valdecilla
En la pelea que Diego anuncia para conseguir engordar la consignación del Estado para Cantabria, Valdecilla tiene visos de convertirse en la madre de todas las batallas. Con unos presupuestos regionales que confiaban inicialmente en una aportación de cuarenta millones, y el anuncio de hace sólo unas semanas de que el Plan Director del Hospital necesitará de una cuarta fase para «conexionar» los edificios, no hay que esforzarse para pensar que con cinco millones no hay ni para empezar.
De momento, Diego se ha mostrado dispuesto a luchar para conseguir que aparezca más dinero para el centro sanitario después de recordar que sigue siendo una prioridad para Cantabria. ¿Cómo? Tratará de conseguir la firma de un convenio que garantice su viabilidad.
El presidente tiró de sus reservas de optimismo para mostrar su satisfacción por la apuesta -grande o pequeña- del Gobierno de España por Valdecilla y lo mantuvo cuando habló de otras consignaciones. Destacó el esfuerzo realizado para incluir partidas con las que poder retomar las obras de la autovía A-8 entre Solares y Torrelavega, «paralizadas por el Ejecutivo anterior», y para el Instituto de Biotecnología, así como los 10 millones que ha consignado la SEPI para proyectos como el Parque Empresarial de Villaescusa y Parbayón o el impulso a Equipos Nucleares.
«Me gustaría que hubiera más dinero y voy a pelear para que haya más porque soy un inconformista, un luchador y porque es mi obligación como presidente, pero sin olvidar que este es un momento difícil para la economía y que, a pesar de ello, el Gobierno ha hecho un esfuerzo para dedicar dinero a Valdecilla, a la A-8 y a otras actuaciones», dijo a modo de declaración de intenciones, asunción de responsabilidades y reconocimiento a los suyos.
Reconocimiento
Aunque a estas alturas cualquiera se ha enterado ya de que hay que apretarse el cinturón, Diego resultó ayer el primero en reconocer que Cantabria afronta el ejercicio prácticamente estrangulada. Los 125,9 millones de euros suponen un 30% menos que el ya encogido presupuesto de 2011, cuando se pasó de 386 millones de 2010, a 174 (un 55% menos).
Diego se retrotrajo ayer al día en que se conocieron esos número para recordar que Miguel Ángel Revilla reaccionó al recorte de ese 55 % en las cuentas de 2011 diciendo que los presupuestos eran «muy malos» pero que es lo que había, y comparó esa actitud con la del reconocimiento de quien los ha confeccionado. Una nueva oportunidad para insistir en que, a pesar de la situación económica, «el Gobierno de Mariano Rajoy ha hecho el esfuerzo que no hizo el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero y de Pérez Rubalcaba cuando había dinero y brotes verdes».
El presidente iniciará ahora su propia batalla para conseguir que ese deseo recitado ayer en voz alta se cumpla y Cantabria consiga engordar la bolsa que, en principio, le ha tocado en el reparto que el Estado ha hecho del poco dinero dinero que tiene.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.