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El cantautor Remate nunca reveló su verdadero nombre. :: DM
«Internet te aporta cosas, pero tiene las mismas penurias que la vida real»
MÚSICA

«Internet te aporta cosas, pero tiene las mismas penurias que la vida real»

Aclamado por la crítica como uno de los artistas indie más carismáticos, la gira de presentación de su último disco, 'Gigante', llega hoy al Escenario Santander Remate Cantautor

JOSÉ CARLOS ROJO

Viernes, 6 de abril 2012, 11:21

Es un claro ejemplo de cómo una marcada personalidad modela el carisma del artista. No solo vale su voz, la celebrada crítica de su música o la empatía que genera su lírica. El cantautor madrileño Remate vende por lo que hace y por lo que es; porque al fin y al cabo lo uno conduce a lo otro, y eso no es tan natural como parece en un mercado donde solo los 'productos' tienen acceso a las radiofórmulas. Lo que ocurre es que en esa vorágine no encajan los estereotipos y el niño que se formó en música clásica termina haciendo 'Superluv', un documental y disco dedicado a un grupo de actrices porno. En esas disonancias reside la magia que en el pasado encandiló al público santanderino en sucesivos directos. Esa historia continúa hoy, viernes, con la presentación en directo de su último trabajo 'Gigante', en el Escenario Santander, a las 21.30 horas.

-¿Se ha parado alguna vez a pensar en su evolución como artista?

-Siempre se habla de mi formación en música clásica. Es algo que comencé a hacer de pequeño, como una actividad extraescolar. Para mi resultaba diferente, un estímulo interesante. Luego, cuando llegó la tardía adolescencia, me di cuenta de que aquello quizá era demasiado rígido, si se quiere decir, también algo elitista. Entonces me cansé, yo quería algo más social. Comprendí que la voz, pese a su imperfección respecto a cualquier instrumento, transmitía una emoción especial.

-Ya dejó también atrás la etapa de multiinstrumentista...

-Eso fue cosa de los dos primeros discos que grabé en mi casa. Luego vino grabar en estudio y compartir mi música con más gente, empezando por el batería y continuando por el resto de instrumentos. Digamos que han sido fases, como las pantallas de un videojuego. Ahora estoy trabajando una complejidad mayor, un salto cualitativo.

-¿Es algo que quizá le hace también más universal?

-En esos primeros tiempos de los que hablo quizá estaba más metido en mí mismo. Luego empecé a encontrar cosas de fuera de mi música y ahora digamos que trabajo con más herramientas, más enriquecido de lo que estaba. Por eso creo que es más fácil que la gente se sienta identificada con mis canciones. He logrado ser más universal a medida que me he liberado para ser más personal, resulta curioso.

-De hecho, dicen que hay aplausos que le han dado fuera que no ha recibido aún en España.

-Pero las cosas no tienen que degenerar hacia el maniqueísmo. No es solo blanco y negro. Yo he sido muy reconocido en otros lugares. Me han aplaudido en Inglaterra y EE UU y se siente un subidón; pero es que creo que los artistas como yo no podemos tener una respuesta inmediata del público. Lo vamos forjando poco a poco. En ese sentido, creo que me toca recoger la cosecha ahora, y lo cierto es que estoy flipando porque veo que todo lo que he hecho tiene su resultado.

-A muchos de sus seguidores les convencerá también su personaje.

-Si hablamos del modo en que tengo de interiorizar la realidad que me rodea para procesarla y expulsarla de nuevo en forma de música, supongo que sí.

-Esas canciones, al menos las de su último disco, tienen más de 2.000 entradas en Myspace.

-Pero no es una plataforma que me cautive, para eso ya tengo mi blog y otras cosas.

-Pero no negará que Internet es clave para que el indie nacional llegue a la gente.

-Es que esto de Internet me aburre un montón, de verdad. Te aporta muchas cosas, y por otro lado tiene las penurias de la vida real. Por ejemplo, me parece una absurda acumulación de datos. Sencillamente puedo decir que me ha tocado vivir esta época y por eso estamos en Internet. Si me hubiera tocado vivir los años 70 ahora estaría sacando discos en vinilo.

-Uno de los temas más celebrados de su último trabajo habla de una araña que acecha a una mosca, ¿es una alegoría de la situación actual entre los grupos de poder y el ciudadano?

-Me considero bastante permeable a la realidad. Me dejo empapar por lo que pasa y eso está en mi música, pero en este caso hablaba más de las cosas inevitables que suceden en la naturaleza y que curiosamente a nosotros nos parecen aterradoras. Son cosas imprescindibles para el desarrollo de la vida. Además, me identifico mucho con eso.

-Muchas veces soy yo el que, como una araña, acecho a las canciones que pasan.

-¿Es de los que se consideran siervos de los caprichos de la inspiración?

-Lo único que sé es que he comprobado que lo mejor que puedo hacer es dejar las canciones tal y como me vienen. Cuanto más las retoco y las alejo del momento en el que fueron concebidas, más pierden esa magia que las hace especiales.

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