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A. R. GARCÍA
Miércoles, 18 de abril 2012, 22:24
La confirmación de que la empresa vallisoletana Ambuibérica será la adjudicataria del transporte sanitario del Servicio Cántabro de Salud, que hasta ahora controlaba la cántabra Amberne MRD-UTE, ha acrecentado la controversia abierta en las últimas semanas. Y el PRC ha sido de los primeros en manifestar su preocupación por la resolución de este concurso público a favor de la oferta más barata -35,9 millones de euros para un periodo de 48 meses-, por debajo del presupuesto de licitación (37,3 millones). La diputada regionalista Concepción Solanas consideró ayer «muy sorprendente» que el Gobierno haya apostado por una compañía «de fuera de Cantabria y sin experiencia en la región», que ha tenido «problemas en otras comunidades autónomas» y ha provocado incluso una sentencia judicial en contra del Ejecutivo de Aragón y que, además, «está dirigida por un exalcalde del PP».
La Consejería de Sanidad eludió ayer también pronunciarse sobre el tema, remitiéndose al comunicado enviado a los medios el lunes. En él destacaba la adjudicación a la oferta técnica y económica con una puntuación más elevada -aunque sólo un punto distaba a la nueva concesionaria (55,34) de su competidora en el proceso (54,36)- y el «avance» que supondrá en la calidad del servicio, al incluir entre los requisitos técnicos exigidos una mejora de las ambulancias, el equipamiento y el número de horas de servicio. Pero donde el Gobierno ve mejora, el Grupo Parlamentario Regionalista aprecia «inseguridad e incertidumbre», ya que hasta ahora el servicio de ambulancias «ha funcionado a la perfección» en manos de Amberne, que no ha logrado mantener el contrato pese a contar con una puntuación «muy superior» desde el punto de vista técnico.
Un nuevo «reto»
Quien no tuvo inconveniente en responder fue el director general de Ambuibérica, Carlos Magdaleno, que se mostró «sorprendido» de que se cuestione el trabajo de esta compañía cuando «nunca hemos tenido informes desfavorables en ninguna de las comunidades en las que operamos». «No somos nuevos en esto. Tenemos una plantilla de 2.000 trabajadores, los recursos y medios técnicos más avanzados y la experiencia suficiente para que la calidad del servicio y nuestra profesionalidad quede demostrada».
Cuestionado sobre el recurso que prevé interponer Amberne para impugnar el proceso, Magdaleno responde tajante: «La adjudicación ha sido limpia y transparente. Es una valoración numérica y la suma de sus resultados es la que define quién gana el concurso». El director general de Ambuibérica asume como un nuevo reto el desembarco de la compañía en la región y está «plenamente convencido de que los cántabros estarán orgullosos y satisfechos del servicio de ambulancias que vamos a ofrecer».
Para ello destinará más de un centenar de vehículos de nueva adquisición y «todos operarán desde Cantabria. En ningún caso tendrán que trasladarse desde Valladolid». Magdaleno salía al paso así de las críticas, apuntadas ayer por el PRC, de que Ambuibérica mantendrá la base de algunos servicios fuera de la región. «Eso es rotundamente falso. Tendremos nuestras oficinas y centro logístico en Santander».
También quitó importancia a la coincidencia de sus siglas políticas con las del Gobierno cántabro. «Fui alcalde (PP) de Mayorga, una localidad de menos de 2.000 habitantes, pero ante todo soy un profesional del transporte sanitario. No hay que buscarle tres pies al gato. Simplemente hemos sido la mejor opción». Respecto al impacto laboral del traspaso de adjudicación-Amberne cifra la pérdida de puestos en torno al centenar-, el responsable de Ambuibérica señaló que «se cumplirá rigurosamente lo que dice el convenio colectivo respecto a la subrogación de los contratos».
Adjudicación a una empresa vallisoletana
La confirmación de que la empresa vallisoletana Ambuibérica será la adjudicataria del transporte sanitario del Servicio Cántabro de Salud, que hasta ahora controlaba la cántabra Amberne MRD-UTE, ha acrecentado la controversia abierta en las últimas semanas. Y el PRC ha sido de los primeros en manifestar su preocupación por la resolución de este concurso público a favor de la oferta más barata -35,9 millones de euros para un periodo de 48 meses-, por debajo del presupuesto de licitación (37,3 millones). La diputada regionalista Concepción Solanas consideró ayer «muy sorprendente» que el Gobierno haya apostado por una compañía «de fuera de Cantabria y sin experiencia en la región», que ha tenido «problemas en otras comunidades autónomas» y ha provocado incluso una sentencia judicial en contra del Ejecutivo de Aragón y que, además, «está dirigida por un exalcalde del PP».
La Consejería de Sanidad eludió ayer también pronunciarse sobre el tema, remitiéndose al comunicado enviado a los medios el lunes. En él destacaba la adjudicación a la oferta técnica y económica con una puntuación más elevada -aunque sólo un punto distaba a la nueva concesionaria (55,34) de su competidora en el proceso (54,36)- y el «avance» que supondrá en la calidad del servicio, al incluir entre los requisitos técnicos exigidos una mejora de las ambulancias, el equipamiento y el número de horas de servicio. Pero donde el Gobierno ve mejora, el Grupo Parlamentario Regionalista aprecia «inseguridad e incertidumbre», ya que hasta ahora el servicio de ambulancias «ha funcionado a la perfección» en manos de Amberne, que no ha logrado mantener el contrato pese a contar con una puntuación «muy superior» desde el punto de vista técnico.
Un nuevo «reto»
Quien no tuvo inconveniente en responder fue el director general de Ambuibérica, Carlos Magdaleno, que se mostró «sorprendido» de que se cuestione el trabajo de esta compañía cuando «nunca hemos tenido informes desfavorables en ninguna de las comunidades en las que operamos». «No somos nuevos en esto. Tenemos una plantilla de 2.000 trabajadores, los recursos y medios técnicos más avanzados y la experiencia suficiente para que la calidad del servicio y nuestra profesionalidad quede demostrada».
Cuestionado sobre el recurso que prevé interponer Amberne para impugnar el proceso, Magdaleno responde tajante: «La adjudicación ha sido limpia y transparente. Es una valoración numérica y la suma de sus resultados es la que define quién gana el concurso». El director general de Ambuibérica asume como un nuevo reto el desembarco de la compañía en la región y está «plenamente convencido de que los cántabros estarán orgullosos y satisfechos del servicio de ambulancias que vamos a ofrecer».
Para ello destinará más de un centenar de vehículos de nueva adquisición y «todos operarán desde Cantabria. En ningún caso tendrán que trasladarse desde Valladolid». Magdaleno salía al paso así de las críticas, apuntadas ayer por el PRC, de que Ambuibérica mantendrá la base de algunos servicios fuera de la región. «Eso es rotundamente falso. Tendremos nuestras oficinas y centro logístico en Santander».
También quitó importancia a la coincidencia de sus siglas políticas con las del Gobierno cántabro. «Fui alcalde (PP) de Mayorga, una localidad de menos de 2.000 habitantes, pero ante todo soy un profesional del transporte sanitario. No hay que buscarle tres pies al gato. Simplemente hemos sido la mejor opción». Respecto al impacto laboral del traspaso de adjudicación-Amberne cifra la pérdida de puestos en torno al centenar-, el responsable de Ambuibérica señaló que «se cumplirá rigurosamente lo que dice el convenio colectivo respecto a la subrogación de los contratos».
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