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El coche se empotró contra un muro de hormigón a la entrada del túnel de Las Caldas. / Sane
Muere al empotrar su coche contra un muro en Las Caldas
SUCESOS

Muere al empotrar su coche contra un muro en Las Caldas

La víctima, Pedro Antonio Salamanca, tenía 44 años y se dirigía por la vieja N-611 desde Mazcuerras a su lugar de trabajo en el polígono de Barros

M. ÁLVAREZ

Miércoles, 25 de abril 2012, 10:15

Su reloj de pulsera se quedó parado a las 8.20 horas. Una brutal colisión contra un muro de hormigón acabó ayer por la mañana con la vida de Pedro Antonio Salamanca Raba, un vecino de Villanueva de la Peña de 44 años que, como cada día, se dirigía en coche a trabajar al polígono industrial de Barros (Los Corrales de Buelna) por la nacional 611. Murió en el kilómetro 177, cuando, por causas que se desconocen, su Ford Escort se empotró contra el muro derecho justo antes de entrar en el túnel de Las Caldas del Besaya.

Poco a poco se extendió la noticia de la muerte de Pedro Antonio, natural de Piélagos, donde nació en agosto de 1968, y, desde hacía diez años, residente en Villanueva de la Peña (Mazcuerras). En este pueblo vivía con su mujer, vecina de Torrelavega, y sus dos hijos, de cuatro y once años de edad.

Algunos compañeros de trabajo de la víctima, mecánico de profesión, se desplazaron desde su empresa de Barros hasta este punto en cuanto conocieron el trágico suceso, mientras los bomberos del 112 y agentes de la Guardia Civil de Tráfico seguían trabajando hasta que, finalmente, el cadáver fue rescatado y trasladado por una funeraria y su coche retirado con una grúa.

El operativo de rescate fue «largo, costoso y muy complicado», según efectivos del parque de emergencias de Los Corrales de Buelna, que debieron emplearse a fondo para poder extraer el cuerpo del amasijo de hierros en el que quedó convertido el coche.

En el lugar del siniestro se comprobó que el vehículo había dejado huellas de arrastre en la calzada de unos cincuenta metros, distancia en la que estuvo derrapando antes del impacto.

En la zona del accidente comentaron la peligrosa situación de ese muro de hormigón con el que impactó este coche, en un lugar que, en su día, era considerado un punto negro, con numerosos accidentes mortales. La estadística mejoró en cuanto la mayor parte del tráfico se desvió por la nueva autovía A-67, aunque la vieja nacional sigue siendo utilizada por los vecinos de las zonas de Cartes, San Cipriano, Riocorvo o Las Caldas que aprovechan esa carretera para ir al polígono industrial de Barros, ya que les lleva directamente. De no hacerlo, tendrían que dar la vuelta hasta Torrelavega para coger la Autovía de la Meseta.

Este túnel de la N-611 pasa justo bajo el Santuario de Las Caldas y comunica Barros (Los Corrales) y Riocorvo (Cartes). Discurre en paralelo a otro situado en la A-67, también llamado 'túnel de las Caldas', ubicado en un tramo de autovía en el que el año pasado se registraron tres accidentes mortales, varios siniestros con heridos y numerosos de menor gravedad.

En una distancia de apenas diez kilómetros se suceden tres túneles: Tras el de Las Caldas (de 600 metros de longitud) llega el de Gedo (de dos kilómetros y medio) y, por último, el de Pedredo (un kilómetro). En el segundo de los túneles falleció un vecino de Los Corrales de 35 años la pasada primavera, y es tristemente conocida la salida de la autovía hacia Barros, situada después del túnel de Las Caldas, donde la velocidad está limitada a 40 kilómetros por hora dada la pronunciada bajada de la curva.

Aquí, el año pasado, murió un vecino de Somahoz al volcar el furgón que conducía. La tercera víctima de 2011 fue una mujer de 70 años, de Santander, que falleció en la salida de la A-67 hacia Somahoz.

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