85 trabajadores de Teka se trasladarán a Nestor Martin y 15 prefieren el finiquito

De los 107 trabajadores de Teka designados para ocupar un puesto de trabajo en Nestor Martin, 85 han accedido al traslado, 15 han preferido coger la indemnización y los siete restantes todavía no han comunicado sus intenciones a la dirección de la planta de Cajo.

Ha sido una decisión que han meditado durante días y en la que los afectados han barajado todas las opciones y sus circunstancias personales. 15 empleados de Teka han preferido acogerse a las indemnizaciones que ha otorgado la empresa que ha realizado un profundo ajuste de plantilla en la planta santanderina. Los finiquitos han rondado entre los 30.000 y los 50.000 euros, dependiendo de la antigüedad del trabajador.

En la decisión ha primado mucho la rebaja del 12,5% que se iba a practicar a los sueldos y, según indicaron algunos de los afectados, «las lagunas que hay sobre el futuro» del grupo belga que anunció su instalación en una parcela de Cajo que dejará libre Teka aunque ahora se baraja también la posibilidad de ubicación en el terreno que ocupa Haulotte que cerrará sus puertas en octubre. «Más vale pájaro en mano que ciento volando», indicaron las mismas fuentes, que destacaron además sus temores a que en posibles despidos futuros se reduzca considerablemente la indemnización debido a la reforma laboral.

Ahora los puestos que quedan libres en los traslados a Nestor Martin pueden ser ocupados por los 13 empleados que iban a ser externalizados a empresas de servicios que posiblemente la mayoría aceptará la oferta porque los salarios son mejores.

Fernando Mier, miembro del comité de empresa de Teka, indicó a este periódico que la negativa de 15 trabajadores a trasladarse a Nestor Martin está dentro de lo previsto. Algunos de ellos han contemplado otras opciones que incluyen montar negocios propios o la posibilidad de otro trabajo.

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Teka pactado con el comité de empresa incluye a 171 trabajadores. El acuerdo contempla una rebaja de los salarios de los empleados que quedan en Cajo de entre un mínimo del 6,5% y un máximo del 10%.