Un presidente con tres sueldos

Enrique Ambrosio confirmó ayer a este periódico que ha cobrado tres sueldos mientras ocupaba la Presidencia de Caja Cantabria. Durante los últimos cuatro meses según él, durante mucho más tiempo según otras fuentes. Cuando hace cinco años llegó a la entidad cántabra comenzó a cobrar una nómina de 94.000 euros anuales. Un sueldo que el próximo presidente, Eduardo Zúñiga, «no tiene intención» de cobrar, según avanzaron a este periódico. El que será máximo responsable de la entidad a partir de mañana se embolsará sólo las dietas, que rondan los 338 euros por asistencia a una reunión del Comité. Estos 'suplementos' también los cobraba Ambrosio adosados a su sueldo. Pero, según él, sólo desde este año.

A esos 94.000 euros anuales y las dietas en Santander hay que sumar las que cobra por representar a la Caja en Liberbank. De nuevo no coinciden los tiempos. Ambrosio asegura que sólo las cobró este año, pero varios dirigentes de la entidad dicen que fue desde el principio, cuando el banco se creó hace un año. De cualquier modo, es imposible hacer una cuenta precisa porque tanto Ambrosio como Liberbank se niegan a desvelar la cantidad percibida por su trabajo en el banco. «No voy a decir la cantidad. Eso lo tiene que hacer Liberbank. No lo voy a hacer, pero desde luego que es mucho menos que las cifras que se manejan por ahí. Habría que dividirlas por muchos ceros», aseguró sin concretar nada más.

Pero todavía queda un último pagador. La Universidad de Cantabria. Ambrosio es catedrático de Organización de Empresas, una labor que decide aparcar en 2007, cuando llega a Caja Cantabria, para dedicarse en «tiempo exclusivo» a la entidad. Pero enseguida vuelve a las aulas. Ese mismo año consigue una autorización de los servicios jurídicos de la universidad y de la Caja para una «dedicación mínima» a las clases. Cuatro horas a la semana en horario de tarde que tampoco traduce a euros. De nuevo, varias fuentes de la Caja mostraron sus dudas sobre la legalidad de que el presidente de la Caja cobre un salario de la universidad.

Los antiguos estatutos de Caja Cantabria obligan al presidente a ceder a ésta los ingresos percibidos por representarla en otra entidad. Una norma que, como recuerda Ambrosio, cambió hace tres o cuatro meses, y ahora al máximo dirigente de la Caja se le autoriza cobrar dietas. En su poder dice tener el certificado del secretario general de Caja Cantabria que así lo atestigua. «Siempre he reintegrado lo que me correspondía», aseguró a este periódico.