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NACHO CAVIA
Martes, 1 de mayo 2012, 13:19
El alcalde de San Felices de Buelna, José Antonio González Linares, adelantó ayer los avances de la primera auditoría energética que se acomete desde el Ayuntamiento para reducir el gasto en alumbrado público, especialmente ante lo que se prevé es una nueva subida de la tarifa. El alcalde lamentó que el gasto municipal ha pasado en poco tiempo de 50.000 a 100.000 euros, «un fuerte incremento para las arcas municipales». Ayer anunció que está a la espera de la convocatoria de subvenciones por parte del Gobierno regional para cofinanciar una auditoría «que se ha convertido en algo necesario».
Se trata de un estudio, avanzó, de análisis del gasto caso por caso, tarifa por tarifa, «casi farola por farola». De momento lo que se ha hecho ya es apagar unas 200 luminarias «que estaban de mas» y afrontar la reducción de todo el alumbrado público desde Jain a Mata, «en el camino de lograr rebajar el coste en un 50%».
El alcalde recordó que en su mandato se ha doblado el coste del alumbrado público, que ya supera, dijo, los 100.000 euros anuales. La subida de las tarifas, en los últimos años un 35%, ha convertido ese servicio, dijo, en el talón de Aquiles de las arcas municipales de cualquier Ayuntamiento. Eso sí, el alcalde reconoció que en San Felices de Buelna «teníamos demasiadas bombillas, algunas innecesarias». Son, en números redondos, más de 1.300 puntos de luz repartidos a lo largo de todo el municipio, algo más de una bombilla pública por cada dos vecinos de San Felices de Buelna, actualmente 2.300.
González Linares aseguró que «es cierto que teníamos demasiado en algunas zonas, y estamos estudiando su limitación sin que perjudique a ningún vecino, que no por ahorrar vamos a ir hacia atrás».
Explicó que la intención es hacer como han hecho en otros ayuntamientos, regular el alumbrado público acometiendo una gran reforma en cantidad, intensidad y tiempo de encendido, «hasta reducir la factura un 50%», aseguró.
También es cierto, como recordó el alcalde, que en su primera legislatura tuvo que reponer cerca de 300 puntos de luz que necesitaba el municipio con urgencia. Desde ese momento se fue renovando todo el viejo alumbrado hasta contar con uno de los mejores servicios públicos de Cantabria. Ahora toca revisar ese gasto.
También la basura
No es el único servicio que requiere de una auditoría. También está en el punto de mira del alcalde la recogida selectiva de residuos. La causa es el incremento progresivo de toneladas de residuos recogidas en los últimos años, a pesar de que el número de vecinos se ha mantenido estable. Ese incremento ha provocado que el gasto en ese servicio pase, en un lustro, de los 36.000 euros a los 60.000, mientras la recaudación por ese mismo concepto no supera los 15.000 euros, a pesar de la última subida de la tasa. Actualmente se vienen recogiendo al año más de 600 toneladas de residuos, que a las arcas municipales le supone un gasto superior a los 70 euros por tonelada.
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