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MIGUEL A. PÉREZ JORRÍN
Domingo, 17 de junio 2012, 22:37
Aunque aún no hay fecha fijada para el inicio efectivo de las obras -que depende de la obtención de todos los permisos y de la finalización de los trámites- la Fundación Botín pondrá la primera piedra del Centro de Arte Botín el próximo martes en un acto que se celebrará en el Muelle Albareda, ya libre de los coches del ferry.
El acto tiene un doble valor simbólico, ya que también supone el principio de la gran transformación que experimentará el Frente Marítimo de Santander en la próxima década, proceso ya iniciado con actuaciones menores en San Martín y que se acelerará durante este año con la previsible convocatoria del concurso internacional de ideas que propugna el alcalde, Íñigo de la Serna.
El martes se desvelarán las novedades que el arquitecto italiano Renzo Piano ha ideado desde que en diciembre del pasado año hiciera en Santander la última presentación de su proyecto. Emilio Botín, presidente de la Fundación, ya notificó en mayo algún cambio: la parte del edificio que 'vuela' sobre la bahía no se sustentará en pilares. También han experimentado modificaciones los accesos desde el túnel al aparcamiento subterráneo de la plaza de Alfonso XIII y el tratamiento de las uniones de las bocas de entrada y salida, que estarán rodeadas de grandes zonas verdes para amortiguar su impacto. El túnel, que soterrará la circulación desde la actual glorieta del Incendio hasta el palacete del embarcadero, obligará a dejar fuera de servicio la gasolinera allí ubicada y a trasladar el monumento al Incendio de Santander, obra de José Cobo, al que ya se le busca una ubicación.
En las últimas semanas en el estudio genovés de Piano se ha trabajado en la unión de los Jardines de Pereda con la nueva infraestructura cultural y con los espacios del Muelle de Albareda que se liberan. El arquitecto paisajista Fernando Caruncho diseña desde hace tiempo el encaje del medio centenar de árboles que se plantarán con los ya existentes en los jardines. La presentación del proyecto diseñado por Piano se hará tras nueve meses de decisiones, debates, deliberaciones y trabajos tanto en el estudio de Piano en Génova como en Santander. Un vivo debate social, con intervención de arquitectos, ingenieros y público en general ha propiciado cambios relevantes en el proyecto inicial, ante un Piano que se ha mostrado firme en sus planteamientos generales pero abierto a modificaciones sustanciales. Así la Grúa de Piedra seguirá en su lugar, no habrá una pasarela desde los Jardines de Pereda y, lo más relevante, el tráfico se soterrará. Todo para garantizar la idea/fuerza del centro: un lugar de encuentro entre el arte y la educación, destinado a estimular la creación y la vida ciudadana. Un propósito ejemplar para la primera obra del coautor del Centro Pompidu en España.
«Adelgazamiento»
Pero ni el carácter y la fama de arquitecto cuidadoso y serio de Piano han podido acallar algunas voces en contra del proyecto y, sobre todo, de su ubicación. Y tampoco el progresivo proceso de 'adelgazamiento' de volumen del centro («es de las pocas veces que empiezo un edificio y voy mermándolo en tamaño», llegó a decir Piano). La Fundación Botín mantuvo durante parte de los meses de diciembre y enero una muestra pública de planos y maquetas. Aquella iniciativa, que reunió a 10.000 visitantes, se cerró con escasas críticas: sólo 87 personas explicitaron su oposición al lugar elegido.
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