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Andrés Rábago posa en su estudio madrileño. / José Ramón Ladra
«Una acción sin conciencia no sirve de nada»
Andrés Rábago, El Roto | Dibujante y pintor

«Una acción sin conciencia no sirve de nada»

Sus viñetas diseccionan los agujeros negros sociales y desnudan las falacias del sistema. Esas ventanas gráficas críticas se abren esta semana a La Magdalena

GUILLERMO BALBONA

Lunes, 18 de junio 2012, 10:09

Un personaje siniestro espeta: «No os preocupéis, el sistema capitalista renacerá de 'vuestras' cenizas». En otra escena dos hombres anónimos dialogan. Uno dice orgulloso: «Me he insonorizado el despacho». El otro responde: «Es poco eficaz, es mucho mejor insonorizarse la conciencia». Las viñetas de El Roto son un antídoto frente a la crisis. Hace muchos tiempo que el pintor, editorialista gráfico y, sobre todo, cronista satírico Andrés Rábago (Madrid, 1947), y con él sus heterónimos (OPS, El Roto) encontró una grieta en el sistema por donde asoma cada mañana su trazo lúcido y su despertador ácido. Confiesa que el silencio y la prensa son su inspiración y su diario es una radiografía certera que revela trampas, falsificaciones, falacias y mentiras, deja en evidencia los lenguajes perversos del poder, desvela oscuridades y apela a un estado de conciencia crítica. Este año ha reunido una selección de sus dardos en un libro, 'Viñetas para una crisis', y ha expuesto en la Real Academia de Bellas Artes. Desde mañana participa, junto a Peridis y Forges, en la tribuna de Lecciones y maestros de la UIMP que se celebra en La Magdalena. Ya en septiembre regresa a Santander para exponer sus pinturas en la galería Siboney.

-A veces su labor parece la de un arqueólogo y un zahorí de sutiles y necesarias denuncias ¿Admite la etiqueta de periodista gráfico?

-Mi trabajo tiene que ver con el periodismo, pero no soy periodista. ¿Por qué no lo dejamos en dibujante satírico? ¿Quizás nos parece poca cosa?

-Si el mundo cabe en una viñeta, ¿cabe concluir que somos más pequeños e insignificantes de lo que nos creemos?

-En absoluto, cada viñeta es un trocito de una realidad inabarcable, incluso uniéndolas todas sólo tendríamos una pequeñísima parte de un inmenso y desconcertante puzzle. El hombre en su estado actual sólo mueve las piezas una y otra vez sin conseguir armarlo.

-Sus herramientas son un lenguaje y un código con el que mucha gente se identifica. ¿Es un territorio eficaz e inagotable o la tozudez de la realidad plantea desafíos extremos?

-Creo que los códigos de imagen y lenguaje que estoy desarrollando se muestran eficaces actualmente, lo que no quiere decir que lo vayan a ser siempre.

-Un ejercicio de inmediatez. Esta semana podía leerse que en aulas de Galicia iban a juntar a niños de seis con otros de doce años para ahorrar medios. ¿Situaciones así le hacen más combativo o más pesimista?

-Evito enredarme en exceso con elementos demasiado inmediatos y en constante transformación, mi reflexión intenta ser algo más amplia.

-Un 'cuadro' diario como el suyo, ¿Lo concibe como un editorial, un cuaderno de bitácora de la realidad?

-Quizás tiene algo de diario pero no de un diario personal, sino de diario de una sociedad o al menos de una parte de ella.

-La acidez de su trazo es una necesidad para sobrellevar tiempos de espinas y pocas rosas. ¿El humor es un ecosistema de supervivencia?

-Nunca hablo de humor sino de sátira, la acidez es un buen conservante.

-Sus heterónimos se han compartido o sucedido. ¿Considera que El Roto puede llegar a agotarse y ser sustituido por otro 'nivel de comunicación'?

-Pudiera ser, nunca intento imponerme un lenguaje o un sistema de comunicación, sino que me establezco en aquel que se hace presente en mi ser.

-Los medios digitales no incurren en secciones como en las que usted es un maestro. ¿Diría que su faceta creativa está en vías de extinción?

-La desaparición de la prensa escrita significaría la desaparición de elementos documentales que los medios digitales no pueden proporcionar , frente a ello la desaparición de la sátira gráfica sólo sería una pequeña anécdota.

-Es un profesional polifacético, plural, independiente. ¿La censura la ponen ahora los mercados?

-La censura es innecesaria, los instrumentos de los poderes mediáticos son infinitamente más sutiles.

-En el mundo actual se observa cierta tendencia a la especialización. ¿Nos acotan el terreno para ser criaturas más controladas?

-El funcionamiento de la mente mecánica conlleva inevitablemente la especialización; la fragmentación de lo real para intentar comprender, como es lógico, conlleva inevitablemente su propia derrota.

-Sus personajes deambulan y revelan desorientación, soledad, humillación, miedo, vértigo...pero no paran de denunciar. ¿Nos falta agitación y nos sobra conformismo?

-No soy partidario de la agitación, sino de la reflexión, una acción sin conciencia no sirve de nada.

-¿A qué teme más Andrés Rábago?

-A no alcanzar el nivel creativo al que aspiro.

- Con la dictadura llegó un momento en que las ventanas ya no se podían tener más tiempo cerradas y ahora da miedo abrirlas porque no nos gusta lo que vemos. Desde su atalaya, ¿por qué aboga?

-No tengo ninguna atalaya, mi mirada es la mirada de los demás, sólo he desarrollado unas habilidades técnicas que me permitan reflejarla.

-Culmina ahora una muestra en Calcografía Nacional donde ha compartido espacio con Goya. ¿Qué nos enseña Goya y en qué modo la visión de El Roto se identifica y refleja con él?

-Mi admiración por Goya es innegable, sobre todo como grabador y dibujante es de una modernidad asombrosa. Creo que es el primer artista realmente moderno.

-Desde mañana participa en La Magdalena en una 'cumbre del humor'. ¿Hay una corriente de pensamiento crítico, cómplice y compartida con sus colegas, o cada dibujante es un mundo?

-Cada uno hace lo que mejor sabe y puede, no creo en la existencia de un gremio.

-Dibujar, pintar, cada viñeta matinal...¿es un arma cargada de conciencia?

-Supongo que todos intentamos que nuestro trabajo no sea un mero pasatiempo.

-Ahora que todo es Titanic, ¿ve alguna grieta en el naufragio para sacar la cabeza'?

-Habrá que aprender a nadar, supongo.

-El ruido que nos rodea, ¿qué es lo que no nos deja escuchar?

-Lo primero sería expulsar a las televisiones de nuestras casas e impedirles el acceso hasta que se hayan regenerado y reconvertido en algo mínimamente decente.

-Seguro que está convencido de que el silencio tiene mejores programas que la televisión...

-En el silencio nos escuchamos a nosotros mismos y a casi nadie le gusta lo que oye, por eso volvemos a conectarla.

-¿El banco, el mercado, es el último refugio de los canallas?

-Si es así ¿por qué tenemos nuestro dinero en el banco?, imagino que debe ser algo mucho más complejo.

-Tal como está la cosa, ¿pensar ya es un acto revolucionario?

-Siempre lo ha sido, pero pensar es muy difícil, quien lo ha intentado de verdad, lo sabe.

- Eso de que ahora que teníamos las respuestas van y nos cambian las preguntas, ¿es más válido que nunca?

-Soy partidario de que seamos nosotros los que planteemos las preguntas ¿no le parece?

-¿Era de verdad la economía la evidencia, o más fácil es que ya éramos idiotas?

-Vivimos en un exceso de economía, hay otros mundos que no están en ese.

-De sus viñetas sale un estado de pensamiento. ¿Tiene también alguna receta para la lucidez?

-Las recetas son para los vagos, cada uno debemos encontrar nuestra fórmula magistral.

-¿Qué Rábago encontraremos en su exposición de septiembre?

-Será una exposición de pequeño formato, las actuales circunstancias no dan para más.

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