«Se hace lo mismo en Oncología de Valdecilla que en Houston»

Jaime Sanz Ortiz (diciembre de 1942), jefe del servicio de Oncología de Valdecilla, tiene una extensa trayectoria profesional en la atención a pacientes con cáncer. Atiende en su consulta a unos 60 al día y se afana en defender que dedicar el tiempo necesario a cada enfermo es imprescindible para que ellos se sientan acompañados, vivan conformes a sus prioridades y, en definitiva, mejoren en su tratamiento. Este año, Sanz se jubilará con el buen sabor de boca de haber recibido el premio a la mejor trayectoria científica y clínica del país de la Fundación para la Excelencia y Calidad de Oncología (ECO).

-¿Cómo lleva estar a un paso del retiro profesional?

-Con la sensación de sentirme reconocido por mis compañeros y otros profesionales.

-Como salir por la puerta grande, vamos...

-Me gustaría seguir, no se crea, pero ya no hay vuelta de hoja. Sin embargo, dejaré a un equipo de profesionales que están trabajando a un nivel altísimo. Piense que aquí hacemos lo mismo que se hace en el hospital de Houston o en el Memorial de Nueva York.

-¿Y cómo es aquí la asistencia al paciente oncológico?

-Tengo claro que una máxima es tomarse tiempo para escuchar al paciente, ya que es la única manera de conseguir que quien entra en la consulta, porque lo está pasando mal, salga mejor. También de lograr que se sienta acompañado (que ya es mucho) y de contribuir a que su día a día sea lo más dichoso posible.

-¿Y cuando la enfermedad se agrava?

-Cuando el cáncer es resistente a todas las armas que tenemos, el paciente sigue con síntomas, incertidumbre y proyectos inacabados. Nuestro cometido no es encontrar una diana molecular que responda al tratamiento, porque eso ya lo hemos hecho, sino que ese día pueda dormir, comer, comunicarse y expresar sus prioridades en compañía de sus seres queridos. Y para eso hay que dedicarle tiempo. Si logras llegar a ser digno de la confianza de un paciente, termina diciéndote qué y cómo quiere vivir y es la forma de contribuir a que termine su recorrido lo más confortable posible dentro de sus prioridades.

-Las nuevas tecnologías habrán permitido mejorar los resultados.

-Está claro. A día de hoy, el 50% de los pacientes con cáncer se cura, un 25% vive con su enfermedad de forma crónica y, el resto, muere. Hemos avanzado más en los 70 últimos años que en 25 siglos. En la actualidad, el extraordinario desarrollo de la terapéutica oncológica permite hacer tratamientos moleculares personalizados que curan, que prolongan la supervivencia y mejoran la sintomatología del paciente. En parte, porque ahora hay más medios y más confort.

-¿Se han dejado sentir de algún modo los ajustes en su departamento?

-El sistema vigente de atención oncológica de Valdecilla hasta hoy nunca ha sufrido una amenaza de restricción de recursos económicos. Tengo plena confianza que el buen hacer del equipo y los reajustes opcionales terapéuticos que ya se están realizando serán suficientes para evitar un posible menoscabo en la atención al paciente.

-Sin embargo, su departamento es uno de los más caros.

-Sí. Gastamos más de tres millones de euros, pero he de decir que pese a que, como todos los profesionales del hospital hayamos tenido que aumentar la jornada profesional, nunca nos han presionado para disminuir el gasto.