Campos y Colsa mantienen una «tensa reunión» para acabar con la crispación social

La mejor vía para alcanzar el entendimiento y acabar con la crispación social actual en la que vive el Racing es el diálogo. A eso apelaron ayer José Campos y Bernardo Colsa cuando «por casualidad», según relatan, mantuvieron una larga reunión de más de dos horas donde intentaron acercar posturas. Con Pepín Nereo como juez, Colsa y Campos se responsabilizaron mutuamente de ser los culpables del clima violento que respira el racinguismo y se lanzaron reproches. Ambos coincidieron en que el encuentro «fue duro y tenso, pero donde hubo respeto».

Bernardo Colsa había acudido ayer a las oficinas de El Sardinero para charlar con Antonio Corino sobre «algunos temas de la Fundación del club». Allí, le remitieron a José Campos. El encuentro terminó en una entrevista «informal» en la que el consejero le solicitó «una reunión con la junta directiva de las peñas». «Yo me comprometí a trasladar la petición a mis compañeros y darle una respuesta», señaló el presidente de la APR a este periódico. Y es que desde el Racing quieren acercar posturas con sus aficionados para alcanzar la tan ansiada paz social. Sin embargo, el encuentro terminó convirtiéndose en un rosario de reproches y acusaciones. «No le he prometido nada porque, siendo sincero, la relación actual es la que es...», explicó Colsa, dejando entrever que el deseo de Campos tiene pocos visos de poder cumplirse. Por su parte, el representante del Racing está dispuesto a hacer un guiño a los peñistas. «No voy a denunciar nada, aunque así me lo han recomendado, de los destrozos que ha sufrido mi coche. No es justo señalar a toda una peña por tres o cuatro personas», aseguró.

Sin embargo, los hechos que se produjeron el pasado domingo a la salida del partido entre el Racing y el Sporting eclipsaron el encuentro. Ninguno de los dos cambió la versión que el martes recogió este periódico. Según Campos «llamaron put... a mi mujer y por eso salté». Según Bernardo, «nadie la insultó». Así que el cara a cara terminó de la misma forma que comenzó. Sin acuerdos.

«Mi sensación ha sido la de hablar con una pared, no hemos llegado a nada», explica el presidente de la APR. Para Campos, tampoco. «Les estoy abriendo los brazos para intentar cambiar todo el desbarajuste en el que está inmerso el club».

Petición de dimisión

De todos los puntos tratados durante el debate dialéctico, en el que más antagónicos estuvieron fue en el de la petición de la dimisión de Campos. Colsa le solicitó reiteradamente «que abandonara el club». Sin embargo, éste, como ya expresó en EL DIARIO MONTAÑÉS, se negó en rotundo. «Me ha pedido que me vaya, pero me he negado. Yo no he llevado al club a esta situación. No soy el responsable. Me fui hace cinco años y ahora he vuelto».

A esta altura de la conversación, el acercamiento de posturas era una utopía. Unas horas antes de producirse el encuentro, la APR había remitido un comunicado contestando la versión de los hechos que el esposo de Carmen Martínez Bordiú había ofrecido en estas páginas sobre los hechos del domingo. «Los dos peñistas con los que se enfrentó a la salida sólo le dijeron que dimitiera. Nada más. Ni se le insultó ni se metió nadie con su mujer», explica el texto. «Siempre hace lo mismo cuando hay cámaras: hacerse la víctima. El señor Campos, cada vez que alguien le muestra una contrariedad, insulta, falta al respeto y amenaza. Tiene un par de denuncias por ello», añade el documento. Además, la APR admite que «ha habido aficionados que se han pasado de la raya y las peñas lo han condenado, siempre, rechazando todos sus comportamientos».