Manolo Preciado tendrá una estatua cerca de El Molinón

Cuatro meses después del fallecimiento de Manolo Preciado, su legado continúa más vivo que nunca en la memoria de la hinchada del Sporting de Gijón. Sus aficionados se resisten a que el nombre del cántabro se sumerja en el olvido y preparan un nuevo acto de homenaje a su memoria. La última iniciativa -que parte de un grupo de asociados de la Peña Portalesportinguista- busca fijar para siempre en las calles de la ciudad asturiana el nombre de un técnico que fue, sobre todo, símbolo de una época memorable en la historia del club. Está previsto que hoy los portavoces de la peña expongan en rueda de prensa su intención de erigir una estatua cerca del estadio de El Molinón dedicada a Manolo Preciado.

Una obra para la que los promotores ya han elegido escultor. Se trata del asturiano Vicente Martínez-Santarúa, autor -entre otras- de la famosa estatua dedicada en Oviedo al director de cine estadounidense Woody Allen. El artista se ha puesto en marcha y ya ha comenzado a trabajar en la pieza.

Uno de los responsables de la asociación, Jaime Álvarez, explicó ayer a este periódico los detalles del tributo. «Nuestra intención es hacer algo espontáneo, desde el corazón, cuya iniciativa parta de los aficionados». Y es que la estatua, pese a contar con el visto bueno del Ayuntamiento de Gijón, será costeada en exclusiva por abonados, seguidores y, en general, cualquier persona que desee contribuir. Por el momento, los interesados en participar pueden comunicarse con la peña, a través de la cuenta de Twitter: @eterno_preciado. Además, los promotores se han puesto en contacto con numerosos amigos de Manolo Preciado -personalidades del mundo del fútbol- que ya han mostrado su disposición de colaborar con el proyecto.

Entre los futbolistas que han dado su visto bueno, destaca Diego Castro, exjugador del Sporting -donde jugó a las órdenes de Preciado- y actual centrocampista del Getafe, quien respondió a la propuesta de manera entusiasta . «Lo que soy en el fútbol se lo debo a Manolo -afirmó a los peñistas-. Y él no se va a quedar sin estatua». Asimismo, declaró que «gracias a Preciado tengo mi vida resuelta y la de mi familia. El dinero que falte lo pongo yo».

«Asumí el riesgo»

Castro fue noticia el pasado fin de semana, durante el partido que enfrentó en el Coliseum Alfonso Pérez al Getafe con el Mallorca. Corría el minuto 49 del encuentro, cuando el futbolista marcó el gol de la victoria para su equipo. Rápidamente, y visiblemente emocionado, se despojó de su elástica, dejando a la vista una fotografía impresa del astillerense. Su particular homenaje fue reprendido por el colegiado Paradas Romero, que le enseñó tarjeta amarilla. Además, el Comité de Competición lo ha sancionado con 3.000 euros, multa que ha generado un aluvión de protestas en las redes sociales.

«Sabía el riesgo que podía conllevar mi acto, pero lo asumí», comenta el jugador, para quien Manolo Preciado fue algo más que un entrenador de fútbol. «Fue una persona irrepetible -afirma-. Nos hizo mejores a todos».

El futbolista gallego, de 30 años, llevaba planeando esta dedicatoria desde el fallecimiento de su extécnico. «Es la mejor amarilla que me han sacado en mi carrera deportiva», comentó tras el partido, aunque precisó que, pese a no arrepentirse de su decisión, no volverá a realizar actos de este tipo.