Secciones
Servicios
Destacamos
PPLL
Sábado, 13 de octubre 2012, 02:06
Salsa holandesa
Se reduce en un cazo a fuego vivo, dos cucharadas de vinagre y otro tanto de agua con unos granos de pimienta negra molida.
Se deja enfriar completamente, se ponen tres o cuatro yemas de huevo y se trabaja con las varillas hasta que se consiga una masa esponjosa y espesa. Se añade entonces la mantequilla necesaria, clarificada y templada, que no esté caliente. Se va trabajando al baño maría hasta que quede una masa espesa tipo a la de una mahonesa. Para mantenerla hasta su utilización la dejaremos arrimada al calor sin que pase de los 40º.
Derivadas
Salsa maltesa: Salsa holandesa con zumo de naranja y corteza de la misma rallada. Acompaña verduras, especialmente a los espárragos.
Salsa muselina: Salsa holandesa con nata batida en el último momento. Es apropiada para pescados cocidos, verduras y gratinados.
Salsa bearnesa: Reducción de chalotes picados, pimienta molida, estragón y vinagre. Se reduce hasta secarlo, se añade un poco de agua fría y las yemas de huevo, se procede como la salsa holandesa.
Salsa choron: Salsa bearnesa en tomatada. Apropiada para productos emparrillados.
Salsa menier: Mantequilla derretida en una sartén, con un poco de limón, 1 cucharada de salsa española, perejil picado y un poco de fumet. Apropiada para pescados a la parrilla o al horno.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.