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SANTIAGO VELASCO
Jueves, 29 de noviembre 2012, 11:04
El expresidente del Racing, Francisco Pernía, atendió ayer a este periódico en relación al informe de los administradores concursales que le achaca un quebranto económico de 4,9 millones de euros sobre las arcas del Racing. Manifestó su intención de ofrecer al Juzgado -en forma de alegaciones- su versión de todos los hechos que se le imputan por parte de los gestores Alejandro Alvargonzález, Ramón Camarena y Santiago Ruiz Asenjo una vez los conozca en profundidad. «Me imagino que cuando se acusa a alguien de algo primero habrá que preguntarle. No se condena a la pena de muerte así como así. No estamos en la Inquisición», señaló a preguntas referentes acerca de su grado de inquietud ante la gravedad de las denuncias que pesan sobre él.
Pernía reconoció estar estos días en España y haber mantenido, a lo largo de la jornada de ayer, numerosas conversaciones telefónicas procedentes de su entorno más cercano. La mayoría de sus interlocutores se interesaban por las actuaciones referentes a su gestión en el Racing reveladas por un escrito que, de momento, dice desconocer. «Lo primero que tengo que hacer es ver los papeles. No quiero decir absolutamente nada hasta que no lea el informe».
Eso sí, el anterior dirigente del club quiso dejar clara su sorpresa por el hecho de que el contenido del texto redactado por los administradores concursales haya trascendido públicamente antes de llegar a sus manos. Visiblemente molesto, Pernía no pudo evitar expresar su queja al respecto. «Parece que el informe lo conoce todo el mundo menos yo. Me llama la gente preguntándome y uno dice que algo falla en todo esto cuando hay documentos por ahí que tiene todo el mundo salvo la persona a la que van dirigidos».
Por tanto, hasta que no se haga con el informe y pueda «leerlo» detenidamente, el expresidente quiere evitar pronunciarse y emitir «cualquier tipo de opinión» al respecto. «Creo que es lo mínimo. No puedo hablar de lo que se dice sobre algo que desconozco»
Además de la de Alí Syed y su empresa WGA, el informe de «concurso culpable» de los gestores Alvargonzález, Camarena y Ruiz Asenjo solicita la inhabilitación, «por el plazo de cinco años», de un Francisco Pernía que, por encima de todo, se enfrenta a la posibilidad de tener que indemnizar al Racing con algo más de 4,9 millones de euros. Los administradores cuestionan un total de «diez actuaciones perjudiciales» en las que acusan únicamente al expresidente de «frecuentes gastos excesivos e injustificados que sin duda han causado un perjuicio patrimonial al Racing».
Por encima de todo, el informe concursal destaca las transferencias para pagar «un supuesto proyecto de escuela de fútbol en Brasil» por valor de 965.056 euros. La escuela de fútbol denominada 'Racing Primavera' es, según los administradores, algo así como una 'escuela fantasma'. «No existe constancia de estudios, planes de viabilidad, ni de seguimiento ni documentación alguna».
80.000 euros en frenos
En el marco del propio proyecto del 'Racing Primavera' llaman la atención los cerca de 80.000 (78.866,5) euros que se abonaron, con cargo a la tarjeta del club, a la empresa 'Master Freios', especializada en el mantenimiento y sustitución de sistemas de frenado de vehículos. La firma, emplazada en la localidad brasileña de Indaiatuba, donde -en teoría- iba a estar implantada la escuela del club, recibió varias transacciones de cantidades considerables entre los meses de agosto y diciembre del año 2009.
Además, cerca de dos millones de euros se destinaron a extraños complementos de las operaciones de compra de los delanteros Tchité y Smolarek. En el caso del congoleño con pasaporte belga, una cantidad de un millón de euros se destinó a un partido amistoso contra el Anderlecht que «nunca se celebró», algo calificado por los concursales como un «negocio simulado». Al llegar el ariete polaco, se pagaron al Borussia Dortmund un total de 825.000 euros por un encuentro que tampoco se disputó entre el conjunto cántabro y el alemán y, además, por un supuesto asesoramiento en concepto de «nuevos mercados y creación de lealtad al cliente».
La polémica intermediación en los traspasos de Zigic y Garay a Valencia y Real Madrid, y los «elevados gastos de viaje y representación» de la dirección del Racing entre los años 2008 y 2010, «en contraste con el período concursal», son otros de los conceptos que se detallan en el informe de los administradores, que también incluye facturas sospechosas a la sociedad de José Campos y el pago de 84.000 euros por el conocido Audi S8 del expresidente, comprado en agosto de 2010.
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