Sanidad minimiza el impacto del aumento de jornada entre los profesionales

El Gobierno cántabro parece que ha sido sensible a algunas de las demandas de los profesionales del Servicio Cántabro de Salud (SCS). Después de haber adoptado los últimos ajustes entre los trabajadores de los hospitales y centros de salud con el fin de optimizar recursos y de hacer que trabajen más por el mismo dinero, ha decidido dar una tregua y minimizar el impacto que esta sobrecarga de trabajo conlleva. Si primero aumentó las horas semanales de 35 a 37,5 y luego decretó que para 2013 sumaran otras 21 horas más al año, ahora realiza una especie de enmienda que compensa con formación y no con más jornadas de trabajo los días 24 y 31 de diciembre y 7 abril y amplía el abanico de la opción a vacaciones.

La cuestión correspondiente a los días no laborables -esas 21 horas de trabajo de más para 2013- ha sido arduamente debatida en las últimas sesiones y, ayer, el Ejecutivo pudo concretar por fin a los sindicatos en qué queda su propuesta. Los trabajadores que aporten un certificado de formación continua de al menos 21 horas podrán hacerlas computables y, por tanto, contarán como trabajadas.

En cuanto a las vacaciones, si bien antes se solicitaban en paquetes de un mes completo o de dos quincenas, ahora se permitirá pedir una quincena por un lado y días sueltos por otro, hasta un máximo de siete.

Incapacidad temporal

Existe otra medida que fue anunciada ayer por los representantes de la Consejería durante la reunión que también beneficiará a los profesionales. La propuesta se está gestando desde Madrid a través de una enmienda del PP y se trata de la concesión del 100% de la remuneración correspondiente por incapacidad temporal y durante un máximo de cuatro días. Hasta la fecha, el abono de las bajas se estipulaba en función de los días, recibiendo el 50% del salario hasta el tercer día, el 75% hasta el día veintiuno y, a partir de ahí, el 100%. La pretensión de los 'populares' es que los trabajadores no pierdan dinero al cogerse un máximo de cuatro días al año por asuntos médicos siempre y cuando presenten el parte de baja.

En líneas generales, los sindicatos no se han puesto en pie de guerra como en anteriores ocasiones y han acogido las medidas de buen grado. Al menos así es para el responsable de Sanidad en UGT, José Manuel Castillo, para quien las medidas suponen «una manera menos gravosa de sobrellevar el trabajo dentro del marco negativo que han supuesto los ajustes». Más radical fue la postura de ATI, cuyos representantes dijeron que «no van a consentir que la formación que se tiene que hacer fuera de la jornada de trabajo implique dinero para el trabajador ni que vaya dirigida sólo a los sindicatos adscritos al acuerdo de formación continua». Tampoco se mostró partidario de que la sobrecarga de trabajo sea «a costa de no hacer sustituciones». «Nuestra recriminación al Gobierno es que los funcionarios no hacen esas 37,5 horas y tienen días festivos, lo que los estatutarios, no».