El voluntariado tiene importancia, pese a la crisis

Su último hito es haber logrado rozar los 10.000 euros de recaudación con la última edición de la Olimpiada Solidaria de Estudio; pero más allá de esta actividad, el Área de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la UC se mueve en múltiples frentes. «La cuestión es hacer cuantas más cosas, mejor», defiende Yaelle Cacho, máxima responsable del área junto con Lucía Llano.

Desde el Aula, a la Cátedra de Cooperación, pasando por el Grupo Universitario por el Comercio Justo, «somos un órgano de coordinación institucional para canalizar todas esas vías que tenemos de cooperación al desarrollo. Lo primero es concienciar y después diseñamos políticas para llevar a cabo acciones de compromiso social de la universidad», remarca Cacho.

Quizá su labor vale más por lo educativo de las actividades que por el valor de sus acciones, que ya es mucho. «Cada vez más percibimos el compromiso de los alumnos y del personal universitario; pero al mismo tiempo detectamos que no tienen muy clara la manera de canalizar esas ganas que tienen de ayudar. Nuestro trabajo es facilitar que puedan hacerlo», señalan desde la oficina que tienen en el edificio de I+D+i, bajo la plaza de la ciencia.

De cara al futuro, «queremos seguir potenciando los proyectos interuniversitarios que tenemos. En el marco de la Crue tenemos proyectos con la universidad de Haití y también nos movemos en conjunto con otros miembros del Grupo 9 de universidades».