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DAVID REMARTÍNEZ
Domingo, 27 de enero 2013, 16:37
El gasoducto que construye Naturgás, la filial gasística de Hidrocantábrico Energía (HC), entre Euskadi y Cantabria será la mitad del trazado que, a la larga, atravesará el Norte y conectará la planta de Zierbena con el puerto gijonés de El Musel. Naturgás se encarga de la infraestructura que transcurre entre la regasificadora Bahía de Bizkaia y la localidad de Treto, desde donde estaba previsto prolongar posteriormente un segundo gasoducto, denominado 'Duplicación Treto-Llanera', que desembocara en el citado litoral asturiano. Sin embargo, esta segunda actuación fue suspendida de forma temporal por el Gobierno central el año pasado.
Lo cual no quita para que el enlace vasco-cántabro avance, con mayo de 2014 como fecha de apertura. De sus 53 kilómetros de longitud, la mayor parte (45) discurre por seis municipios de la región: Castro Urdiales, Guriezo, Ampuero, Rasines, Voto y Bárcena de Cicero. De ahí que la parte cántabra de la obra cueste unos 30 millones de euros de los 41 de inversión total (por comparar cifras, todas las inversiones de la Consejería de Medio Ambiente y Urbanismo de Cantabria para 2013 ascienden a 35 millones de euros).
Una vez llegue a Treto, el gasoducto conectará ahora con la actual red Burgos-Santander, a la espera de la siguiente extensión hasta la central de ciclo combinado de Gijón.
Naturgás acaba de terminar la primera fase, entre Zierbana y Guriezo. En diciembre dio por finalizado el trabajo principal de soterramiento y ahora realiza la restauración del terreno, con la previsión de iniciar en abril la segunda acometida, hasta Treto, según informa la empresa.
Entornos de los ríos
«Se trata de una obra complicada», explica la empresa. «El diámetro del gasoducto, unido a la compleja orografía del terreno y tipología del mismo, junto con una meteorología no siempre favorable, lleva a que las obras sean intensivas en recursos y los avances, reducidos. A este respecto, la planificación de dos años es una muestra clara de la complejidad». En Cantabria, los enclaves más difíciles son «los entornos de los ríos Sabiote, Rocalzada y Callejamala, así como el cruce por perforación dirigida del río Agüera». El trazado ha obligado a la ocupación de 374 fincas, como informó el Boletín Oficial de Cantabria en marzo.
El proyecto fue autorizado por el Gobierno central en octubre de 2011 con 29 meses de plazo, después de un lustro de trámites. En su ejecución participan 22 empresas y unos 170 trabajadores. Hidrocantábrico destaca «el conocimiento y preservación del patrimonio cultural, a través de un seguimiento arqueológico intensivo», y «el seguimiento medioambiental para preservar el entorno».
Precisamente los trabajos que ahora se ultiman consisten en la reposición del manto vegetal levantado para enterrar las tuberías a un metro de profundidad, salvo en las posiciones de válvulas que permiten operar y seccionar el gasoducto por tramos. Dichas válvulas están emplazadas en Zierbena, Guriezo, Rasines, Badames y Treto.
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