El envenenador de perros de Cervatos rompe la 'tregua' del último año y suma otra víctima

Los vecinos de Cervatos, localidad de Campoo de Enmedio, ya estaban tranquilos y no miraban por el rabillo del ojo, escudriñando, tratando de saber quién podría ser el autor de los envenenamientos masivos de perros de los últimos años. Pero ayer el pueblo amaneció con una nueva víctima. Habían pasado trece meses desde el último ataque del envenenador, y a pesar de haberse llevado por delante más de medio centenar de perros, aún no han conseguido dar con él. Quien sabe de ello, y mucho, es Angelines Nestar, ganadera, vecina de esta localidad y sobre la que se ha cebado con saña el envenenador: «Hasta ahora me ha matado 22 de los mejores perros pastores que tenía, pero cualquier día me levanto y encuentro muertas todas las cabras», explica entre rabiosa y resignada. La última perra muerta también era suya. Se llamaba 'Pastora' y guiaba a su rebaño. Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, Seprona, indagaron en un primer momento para ver si encontraba rastro de veneno, pero nada.

Sin embargo, Angelines siguió por su cuenta rastreando la zona, «aunque yo sabía que la perra estaba envenenada por la espuma que tenía en la boca. Por desgracia, tengo mucha experiencia», y finalmente encontró los famosos 'caramelos' de veneno que se comercializan para matar caracoles. Se trata de un producto bastante tóxico que posee una elevada resistencia a la lluvia, sin que su poder atrayente se vea reducido, según explican los vecinos.