

Secciones
Servicios
Destacamos
TEODORO SAN JOSÉ
Sábado, 20 de abril 2013, 02:40
Santander. El puerto de Lunada va a permanecer cerrado, como poco, hasta mediados de mayo. Lleva cuatro meses sellado a causa de la nieve y ahora el hundimiento de la carretera detectado en el kilómetro 12,8 del puerto aconseja prohibir el tráfico un mes más. Se corre el peligro de que el peso de los vehículos acabe por reventar el muro de mampostería que sostiene la carretera en aquel punto. Desaparecida la nieve es bien apreciable tanto el abombamiento del dique de piedras como el blandón sobre el asfalto, que ya ha cedido 40 centímetros.
«En estas condiciones no podemos arriesgarnos a abrir la CA-643». José Francisco Sánchez Cimiano, director general de Obras Públicas, confirmaba la información de este periódico sobre las deficiencias que se han detectado en la parte final del puerto y que podrían afectar a la seguridad del tráfico. El muro que soporta la carretera tiene una longitud de 30 metros por 7 en su punto más alto.
El primer estudio del badén apunta a que el desperfecto es de calado, estructural, por lo que el Ejecutivo tendrá que realizar allí «una obra de envergadura». Y eso implica no solo un amplio tiempo de ejecución, que inicialmente se calcula en dos semanas. También otro periodo de tramitación. La de Lunada va a tener consideración de obra de emergencia, pero ponerla en marcha requiere tener definida la solución técnica y haber elegido quién se hará cargo de ella tras estudiar las ofertas de las empresas que se presenten.
El agua y la nieve han ido debilitando el muro de piedra y están detrás del grave deterioro que presenta la carretera. «La tajea, o lo que es el canal para conducir y evacuar el agua dentro del muro, no funciona, y el peso de la nieve ha ido desplazando las piedras hacia el exterior», explica Sánchez Cimiano, panza exterior que ha provocado que se hunda la calzada. Y si a ese debilitamiento se sumase el peso que aportarían coches y camiones se correría el riesgo de que «la sobrecarga añadida podría romper el muro». Hacía días que los encargados del mantenimiento y de la vialidad invernal de Lunada venían observado cierta deformidad en aquel muro de mampostería. Evaristo García, capataz del operativo, se lo hizo llegar a la Consejería después de subir andando el puerto en su tarea de inspeccionar los neveros antes de dar el visto bueno a los trabajos de limpieza de la nieve. A medida que se derretía ha ido dejando al descubierto el hundimiento.
«Quizá tengamos que desmontar el muro hasta donde se abomba, solventar el problema del encauzamiento del agua y reconstruirlo entero. No queda más remedio», apunta el director de Obras Públicas. «Un muro de estas características nos obliga a actuar de manera diligente», y más aún al tratarse aquella zona de la montaña pasiega de un Lugar de Interés Comunitario (LIC). De modo que solo hay lugar a restituir la estructura de piedra, sin posibilidad de sustituirlo por una escollera y, mucho menos, por un muro de hormigón.
El alcalde de San Roque asumía la noticia con resignación: «Es un perjuicio, pero confiamos en que se lo más rápido posible», dijo Juan Fernández Abascal.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones para ti
Favoritos de los suscriptores
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.