Nueva condena contra Liberbank por las preferentes

Liberbank, el banco de Caja Cantabria, ha sido condenado a devolver 20.000 euros a una viuda que invirtió la indemnización recibida por la muerte de su marido en participaciones preferentes. Se trata de una nueva sentencia que anula de pleno derecho este producto de alto riesgo y a perpetuidad.

En esta ocasión el fallo, que se puede recurrir ante la Audiencia Provincial, procede del Juzgado número 2 de Santander y atiende la demanda interpuesta por Rosario G. G., santanderina de 65 años, que en 2009 adquirió participaciones preferentes. El juez Jaime Anta, que impone las costas a Liberbank, critica abiertamente la actuación del banco por no ofrecer la información suficiente a su cliente, además de censurar el «desconocimiento» mostrado por el empleado que comercializó el producto, un hecho del que responsabiliza a la «falta de profesionalidad» del banco.

La sentencia da un tirón de orejas a la forma de actuar de Caja Cantabria, hoy Liberbank, al cuestionar que «sea conforme a la moral». El juez deja claro su parecer: «No es de recibo que a una persona cercana a la edad de la jubilación, ahorradora de perfil conservador y recién viuda (...) se le haya metido en una trampa que le ha sometido a un, sin duda, tortuoso periplo que es justo que concluya aquí».

El fallo destaca que a la afectada no se le sometió al test de idoneidad exigido en estos casos, ni se le entregó el correspondiente folleto informativo que aclarara los riesgos del producto contratado. El juez destaca el perfil «conservador y sin conocimientos» de Rosario. Frente a ello, Liberbank argumenta que la operación fue «a iniciativa de la propia actora» y que firmó todos los documentos «menos el test, que rechazó».

Ama de casa

La afectada carece de estudios y sus ingresos proceden de una pensión de viudedad al ser su única ocupación la de ama de casa. En mayo de 2009, recoge la sentencia, «tras percibir una indemnización merced a un seguro de vida que daba cobertura al fallecimiento de su marido», ocurrido tres meses antes, Rosario «dispone por primera vez de un capital de importancia». Decide entonces acudir a Caja Cantabria con la que operaba desde hace más de diez años donde fue atendida por un empleado de su confianza, «que carece de formación económica» al ser profesor de EGB, dice el fallo.

El abogado Juan Manuel Brun, defensa de la demandante, indicó que el fallo «tiene la particularidad de que considera la contratación nula de pleno derecho, lo que permite no devolver los intereses que las preferentes dan a lo largo de los años».