Escapada natural al Valle de Carranza

Hay rincones que destacan por sus grandes valores paisajísticos y patrimoniales pero que apenas son conocidos pese a estar casi a las puertas de casa. El aficionado a la buena gastronomía tiene una excursión perfecta al Valle de Carranza, en la vecina provincia de Vizcaya, a menos de una hora de Santander y a poco más de cinco kilómetros de Ramales. Aquí podrá disfrutar en un restaurante singular, Casa Garras, donde Txema Llamosas sabe conjugar una cocina contemporánea, moderna, atrevida y con unos juegos de texturas y sabores sorprendentes, con unas propuestas más tradicionales y clásicas. Pero, antes o después del almuerzo, el visitante tiene diferentes opciones para organizar una visita a este espectacular y natural Valle de Carranza.

Se trata de una zona con apenas unos tres mil habitantes y 138 km2 de superficie, en la que destaca un paisaje verde, caracterizado por peñas rocosas y frondosos bosques, que constituyen el Parque Natural de Armañón, con algo más de 3.500 hectáreas. Declarado en el año 2006, resulta muy recomendable escoger alguna ruta senderismo para recrear la vista con la pradera jalonada por hayedos, robledales y encinares.

En esta zona fue descubierta en 1957 la cueva de Pozalagua, actualmente adaptada a las visitas turísticas prácticamente durante todo el año. Aquí también está situada una oficina de información turística.

Esta cavidad natural es una joya por sus estalactitas, estalagmita, coladas y columnas, auténticos caprichos de la naturaleza muy agradables de contemplar.

Los testimonios más notables del pasado histórico del valle se pueden contemplar en conjuntos arqueológicos de cuevas como las de Venta la Perra; en dólmenes y túmulos de la Edad del Bronce; en conjuntos monumentales como el de la iglesia parroquial de San Andrés de Biáñez, de finales del siglo XV y donde se conservan unas extraordinarias pinturas murales del siglo XVI; y en la arquitectura civil de los siglos XIX y XX, palacetes y casonas con estilo indiano que reflejan el peso que tuvo el fenómeno de la emigración al continente americano.

El cuanto al producto gastronómico por excelencia de la zona es el queso con DOP Idiazábal, elaborado con leche de oveja laxta, todo ello sin olvidar las carnes, los productos de la huerta, la miel, las nueces y las manzanas.