Costas destinará más de un millón de euros al derribo del Hotel Miramar

La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, organismo dependiente de la Administración central, invertirá una cantidad superior al millón de euros en el derribo del Hotel Miramar de Castro Urdiales, que se encuentra sobre dominio marítimo-terrestre y está condenado a la piqueta desde hace más de tres años. Después de que la Audiencia Nacional respaldara el proyecto de demolición, recurrido por los propietarios del hotel, queda agotada, en principio, la vía judicial. Al menos así lo confirmó ayer a este periódico la responsable del establecimiento, Amaya Alonso, que dejó claro que «no cabe recurso contra esta sentencia». De esta forma, comenzará todo el proceso para que Costas pueda ejecutar la demolición del edificio.

El proyecto contempla el derribo del inmueble y la ejecución de obras para dar continuidad al paseo marítimo existente en las mismas condiciones en las que se encuentra actualmente. El hotel ocupa una superficie de 857 metros cuadrados, de los que 542 están en dominio público marítimo-terrestre y los 315 restantes en servidumbre de protección y tránsito -sobre el paseo marítimo que discurre a lo largo de toda la playa de Brazomar-, de tal forma que una parte del paseo son los soportales del edificio.

Como paso previo al derribo, que está presupuestado en 216.000 euros, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar deberá abrir un expediente de expropiación para lo que es necesaria la declaración de utilidad pública de la zona.

El espacio a expropiar es el correspondiente a los 315 metros cuadrados de servidumbre que ocupa el inmueble, propiedad de la mercantil Miramar de Castro Urdiales S.L. Para obtener la cantidad total de indemnización, que hace tres años se fijó en 840.000 euros, Costas calculó el precio de las instalaciones y del terreno que ocupan.

No obstante, el jefe de la Demarcación de Costas en Cantabria, José Antonio Osorio, señaló ayer que esa cantidad habrá que actualizarla al valor actual, tanto del edificio como del terreno que ocupa. «Lo más probable es que la actuación supere el millón de euros».

La propietaria del Hotel Miramar, Amaya Alonso, cargó tintas ayer contra los responsables del Ayuntamiento que vendieron en 1945 «un hotel que no era suyo». «El Miramar siempre ha sido un hotel-balneario», apuntó.

La responsable del establecimiento dijo ayer que no está conforme con la cantidad que Costas pretende pagar por la expropiación. «¿Quién me va a pagar todos los impuestos que he tenido que abonar durante todos estos años por algo que no era mío?», cuestionó.