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Terelu tiene 48 años y sus amigos pronostican que «saldrá también de esta». :: RAÚL CARO/EFE
Terelu se niega a hundirse
SOCIEDAD

Terelu se niega a hundirse

Experta en 'recomponerse' como ella dice, la presentadora se refugia en el trabajo y en el ejercicio físico tras su dolorosa ruptura con Carlos Pombo

ARANTZA FURUNDARENA

Sábado, 26 de octubre 2013, 10:44

Soy muy hombre» suele bromear Terelu en referencia a su carácter fuerte y dominante. La vida acaba de brindarle otra oportunidad de demostrarlo. Apenas hace medio año que despertó de la pesadilla de un cáncer de mama y ahora se enfrenta a una ruptura sentimental «muy dolorosa». Pero no quiere hundirse. Al menos, no en vivo y en directo. Bastante mal lo pasó por haberse derrumbado en público hablando de lo poco que le gusta actualmente su físico. Esta vez no. El lunes, cuando anunció por sorpresa su separación de Carlos Pombo, sentada junto a Jorge Javier Vázquez en 'Sálvame', Terelu, aunque confesó estar «hecha polvo», se negó a llorar. Incluso salió huyendo del plato en cuanto presintió la primera lágrima. «No te controles tanto», le pedían sus compañeros (avariciosos de audiencia), pero ella les replicó: «Tengo que hacerlo, se lo debo a la gente que me quiere». Es evidente que estaba pensando en su madre y su hermana y, sobre todo, en su hija Alejandra, de trece años.

No vive su mejor momento Terelu. A la fractura de una relación sentimental que ha durado dos años se suma su determinación por bajar de peso y por dejar de fumar. «Se me ha juntado el hambre con las ganas de comer», ironiza con amargura esta malagueña. Pero experta en rehacerse, superviviente nata, ya se ha puesto en manos de un entrenador personal para sudar los kilos del sobrepeso y de la pesadumbre afectiva. «He hablado con ella y está liadísima, muy metida en sus actividades y en su trabajo, que es una forma de curarse», detalla el sociólogo y guionista Miguel Ángel Almodóvar, que la conoce desde que era adolescente.

Del relato de la propia Terelu se desprende que la decisión de romper ha partido de su novio, Carlos Pombo, seis años más joven que ella («es lo que peor llevo», solía decir la presentadora). Este discreto piloto de Iberia se mantuvo a su lado durante la amarga travesía del desierto que representó el cáncer. Y eso pese a que ella, al conocer el diagnóstico del carcinoma, le había invitado a marcharse. «Solo llevábamos seis meses saliendo y lo habría entendido». Pombo se quedó, pero ahora que la pesadilla ha terminado se ha ido. Hace unos días acompañó a la presentadora a firmar las escrituras de su nueva vivienda, un ático en Pozuelo, y poco después hizo las maletas. «No está en España», ha precisado Terelu, tras haber intentado salvar su relación pese a que «las cosas estaban mal» y que llevaban «formas de vida muy diferentes».

«Caprichosa y mandona»

«Hijísima» para los que la critican, «trabajadora incansable» según sus amigos, «ejemplo de coraje» para muchas mujeres con cáncer que se sintieron identificadas y reforzadas con su valiente trayectoria como enferma, Teresa Lourdes Borrego (Málaga 1965) es la menor de las dos hijas que tiene la reina catódica María Teresa Campos y no estudió periodismo, pero lleva el veneno de la comunicación en la sangre. A su paso por Telemadrid crió fama de «caprichosa y mandona», «menos cálida y más engreída que su madre», según las lenguas de doble filo... Sus amigos, que son numerosos, prefieren destacar en ella aspectos más favorables. «Es puro tesón, no se arredra ante ninguna adversidad», asegura Miguel Ángel Almodóvar. «Recuerdo que de muy jovencita trabajaba para Hermida llevando temas musicales y lo hacía con un fervor digno de causas más altas. Se lo toma todo muy en serio». Tiene en común con 'la Campos' que ambas son «muy pejigueras con la comida, de las que van apartando cosas en el plato», pero también buenas cocineras. Al salmorejo que hace Terelu lo califican de «portentoso».

Otra cosa es el menú sentimental... Ahí Teresa Lourdes no ha dado siempre con los ingredientes adecuados. «Conozco a su primer marido, el cámara Miguel Ángel Polvorinos, y al segundo, Alejandro Rubio, el padre de su hija, y ambos son tipos estupendos -explica Almodóvar-, parejas muy bien elegidas. ¿Qué pasó? Lo ignoro. Lo que estaba claro es que con Pipi Estrada tenía todas las papeletas para acabar en fracaso». El hecho es que Terelu vuelve a estar sola... Ma non troppo. Tiene a su madre con la que mantiene «una dependencia sana, se lo consultan todo», a su hermana Carmen y a la niña de sus ojos, su hija Alejandra. Así que sus allegados pronostican que esta mujer «muy hombre», que ha sobrevivido a dos divorcios, un cáncer, escándalos, rupturas y a la desgarradora muerte de su padre... «Saldrá también de esta».

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