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NACHO CAVIA
Jueves, 31 de octubre 2013, 12:03
El último accidente registrado en el túnel de la Estación de Los Corrales de Buelna ha servido para reavivar la llama de las constantes críticas que recibe desde su apertura, hace algo más de seis años. En ese tiempo el túnel ha sido protagonista de al menos 15 accidentes por alcance de los vehículos que tienen que transitar por una vía especialmente estrecha, por roces con los laterales y atropellos de ciclistas y motoristas que caen arrollados por vehículos que apenas tienen margen de maniobra.
Muchos son los vecinos de Los Corrales de Buelna que evitan pasar por ese punto, bajo las vías del tren. Y los que lo tienen que hacer, no las tienen todas consigo. Especialmente las cientos de personas que, obligatoriamente, de casa al trabajo y al revés, tienen que utilizar ese túnel varias veces a diario.
En Los Corrales todos saben que la regulación por semáforos no es la más correcta, que la señalización horizontal no es suficiente o que la rotonda virtual en la salida hacia las fábricas es todo un problema más que una solución. Y aunque los semáforos se colocaron para evitar que se crucen dos grandes transportes en su interior, la salida de Trefilerías Quijano o calles adyacentes no están dentro del ámbito de esos semáforos, con lo que todo puede pasar en ese paso subterráneo.
Tan mal está que ni siquiera se ha recepcionado la obra. El túnel vive en una constante polémica en la que lo único claro es que la competencia sobre ese paso es del Ministerio de Fomento, ya que el Ayuntamiento no ha firmado la cesión de una obra con la que nunca estuvo conforme. Y, a pesar de que forma parte de una carretera autonómica, tampoco la ha asumido como suya la Dirección General de Carreteras.
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