Los terrenos liberados por la reubicación del futuro museo revertirán al municipio

El acuerdo de redefinición de contenidos y de reubicación del futuro Museo de Las Llamas tiene como una de sus primeras consecuencias la reversión al municipio de los cerca de 13.000 metros cuadrados de terreno que el Ayuntamiento de Santander había puesto a disposición del Gobierno de Cantabria en la zona central de la vaguada. Dicho área, que lleva tiempo explanada y a la espera de uso, será incorporada al parque en construcción, según aseguró a este periódico el alcalde de la capital, Íñigo de la Serna.

Los terrenos fueron obtenidos por el Ayuntamiento de los propietarios particulares mediante gestión urbanística (permutas, principalmente), como ocurrió con el resto de fincas afectadas por la primera fase del Parque de Las Llamas (desde el Palacio de Deportes hasta la Bajada de Polio), y desde 2004 fueron puestos a disposición del Gobierno.

El proyecto de museo no echó a andar y actualmente ha experimentado un giro copernicano que llevará a erigir el proyecto arquitectónico de Tuñón y Mansilla en otro emplazamiento: el extremo occidental de la vaguada, junto a la Bajada de San Juan, y con los Picos de Europa como telón de fondo de un edificio cuya cubierta juega con la característica imagen del macizo montañoso.

El cambio de ubicación es objeto de consenso entre las administraciones. Lo propuso el Partido Popular en la campaña electoral que llevó a De la Serna a la Alcaldía y tiene tras de sí razones de orden paisajístico, pero también de conexión con la trama urbana.

El Ayuntamiento trabaja en la obtención, mediante expropiaciones, de los terrenos que faltan para concluir el parque, pero ya ha anunciado que la explanada central reservada al museo que nunca la ocupó acabará integrándose en el resto del parque.

De la Serna afirmó que el Ayuntamiento acelerará los trámites de obtención y cesión de los 26.000 metros cuadrados que el Gobierno necesita ahora en el nuevo emplazamiento. El alcalde consideró que este trámite puede simultanearse con el del replanteo del museo, por lo que el proyecto no debería acumular más retraso.