Letizia Ortiz recibe el título de Hija Adoptiva de Ribadesella, «a la que me une el corazón»

«Soy riosellana de corazón», manifestó emocionada la Princesa de Asturias Letizia Ortiz tras recibir el título de Hija Adoptiva de Ribadesella, un concejo asturiano con el que comparte «desvelos, logros e ilusiones en favor del mayor progreso y bienestar». Acompañada por el Príncipe de Asturias, Don Felipe, recogió ayer de manos del alcalde, Ramón Canal, el pergamino confeccionado por las monjas del Monasterio de San Pelayo de Oviedo en un acto celebrado en la Casa Municipal de Cultura.

«Es un honor altísimo, un privilegio, que me hace sentir aún más unida a esta tierra, que es la mía y la de mi familia. Porque crecí en Ribadesella: fue la de Santa Marina la primera playa de mi vida, la que más disfruté y que todavía hoy tengo presente», señaló la princesa.

Dijo más. Doña Letizia recordó que su bisabuela Carmen y su abuela paterna, la periodista Menchu Álvarez del Valle, presente en el acto y que reside en la localidad de Sardéu, están unidas también a Ribadesella. Y ella, aunque nacida en Oviedo -es Hija Predilecta de esa ciudad-, piensa que sus raíces están en Ribadesella: «y también muchos recuerdos que no podría contar en tan poco tiempo. Aquí pasé toda la vida, pasé un tiempo de completo ocio y felicidad, veranos y fines de semana donde aprendí a querer a esta villa y a apreciar las cualidades de sus gentes y la belleza de este municipio».

Cuando citó esas palabras, Doña Letizia aseguró tener en mente, además del patrimonio artístico y natural, «todas las cualidades de esta villa, desde sus paisajes y su hospitalidad proverbial, hasta su gastronomía». Todo ello sin menosprecio «del prestigioso Descenso Internacional del Sella, una competición que he vivido y disfrutado».

Agradeció además «el afecto que nos habéis expresado -dijo- al Príncipe y a mí en muchas ocasiones. Lo habéis hecho con gestos cariñosos y sentidos, como la preciosa nana para nuestra hija la Infanta Leonor, basada en habaneras marineras riosellanas», razón por la cual «me comprometo a llevar siempre en el corazón a Ribadesella».

Los políticos

En el transcurso del acto, el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, indicó que la Corona «es institución garante del sistema democrático» y mostró el orgullo de esa comunidad autónoma de que sea «una asturiana», la Princesa, «la que asuma la continuidad de la institución».

«Ribadesella --agregó- siempre le ha manifestado su cercanía» tanto en los momentos felices, como «en los momentos de tristeza y abatimiento», y reconoció que el cariño que siente Doña Letizia por el concejo se lo ha transmitido al Príncipe.

A su vez, el alcalde de Ribadesella, Ramón Canal, también ha expresado el orgullo de que sea Doña Letizia, quien visitó la villa con diez meses, la llamada a desempeñar en un futuro el «papel histórico» de Reina de España y madre de futuras reinas «que den continuidad a la monarquía parlamentaria», y pidió que pronto visiten el municipio con las infantas Leonor y Sofía.

Más camino

Tras este acto, los Príncipes fueron andando hasta el Paseo Marítimo, uno de los momentos en los que saludaron a los vecinos de Ribadesella. Doña Letizia descubrió una placa que da su nombre a esta vía principal por la que, recordó, «tantas veces he paseado, tantas que la siento parte de mí».

Danzas típicas

Junto al mar, los niños del colegio público 'Manuel Fernández Juncos' bailaron la Danza de Los Arcos, tradicional de Ribadesella, que recuerda la llegada a puerto de los balleneros, y el 'Xiringüelu', típico del Principado.

Los Príncipes visitaron también el muelle de la localidad, donde se exhiben unos murales con dibujos de Antonio Mingote, quien les acompañó en el recorrido. En ellos se narra la historia de la villa marinera y en una de sus viñetas están Don Felipe y Doña Letizia representados.

Don Felipe y Doña Letizia concluyeron su visita compartiendo con unas seiscientas personas del concejo una tradicional espicha en la que degustaron productos típicos y en la que los vecinos de Ribadesella, como regalo de boda, les obsequiaron con una reproducción de las pinturas rupestres de la famosa Cueva de Tito Bustillo de esta localidad asturiana.