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JAVIER DYSART *JOSÉ RAMÓN LEIRAS *
Jueves, 24 de septiembre 2009, 02:36
Aunque el espectáculo tiene antena por su morbo, hubo momentos en que el final de la serie parecía próximo. La desaparición de las bazofias televisivas sobre asuntos de cuernos, de camas, de miserias, de historias vejatorias, de putas, de homosexuales o de lesbianas, hubiera sido una buena nueva a la sensatez nacional. Pero no hemos tenido suerte. Todo sigue igual, o peor. El burro siempre mueve la noria en la misma dirección. Últimamente, los platós se recrean en trifulcas infames sobre no sé que líos entre una tal Belén y la Campanario. Las escenas se suceden entre airados aspavientos, ruidoso griterío, y muchas amenazas. El rifirrafe se ambienta con los aplausos de los invitados, y con el empuje de los doctos coraleros, los 'bien pagaos', que jalean y defienden la nobleza de la ofendida compañera de atril, mientras despotrican, culpan, juzgan y sentencian a la malvada y perversa ausente. Por las formas, todo parece una trama de película barriobajera y hortera. Por cierto, no sé que ven los jaleadores en esa tal Belén. Yo la veo como una mujer sin atractivos, desafortunada con los roles de belleza, muy vulgar, de milimétrica cultura, reconocido descaro, y de soez desparpajo. Tanto este como el resto de episodios sobre engaños, líos y demás contubernios, me interesan menos que nada.
En estas escenificaciones de lo rosa pesan mucho los agitadores de ambiente. Algunos dicen ser periodistas. Generalmente son los más enterados de toda la mierda. Además se conceden la licencia de insultar a discreción. Pueden llamar de todo a sus peleles... Saben muy bien que, si estos vendedores de miserias quieren volver a la ciénaga para trincar la pasta, tienen que soportar dignamente ser vejados. Pero ojo. Que a ellos no les provoquen ni les incomoden. Faltaría más. Se encienden, se ensañan, se enfurecen, se les hincha la vena. Y ustedes dirán, y ¿por qué tu ves esta bazofia?. Tienen razón. Lo veo para saber de la bajeza moral que anida en algunos humanos.
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