Un año y tres meses de prisión por cortar el agua a sus vecinos

La Audiencia de Cantabria ha condenado a un año y tres meses de prisión por un delito de coacciones a G.U.F. por cortar el agua y amenazar reiteradamente a los vecinos de la finca de al lado, entre los años 2004 y 2007.

La llave de paso del agua estaba en un terreno de su propiedad, y él les cortó el suministro en varias ocasiones.

Cuando la pareja, ya en 2005, inició los trámites ante la Confederación Hidrográfica del Norte para la legalización de la concesión, G.U.F. les cortó el suministro de forma definitiva, arrancando las tuercas que unían los tubos conductores del agua.

En 2006, el condenado contrató una excavadora y con ella rompió la entrada de recogida y captación de agua que llevaba al depósito, arrancando varios tramos de tuberías, para que sus vecinos no pudieran recibir el agua de esta instalación.

Todas estas acciones tuvieron como consecuencia las quejas de la pareja afectada, a lo que G.U.F. les respondía con insultos, amenazas o gestos obscenos, estos últimos dirigidos específicamente a la mujer, a quien hubo una vez que impidió realizar sus trabajos de poda.

En una ocasión, la pareja iba a celebrar la fiesta de cumpleaños de la mujer en el jardín de la casa, cuando el acusado comenzó a pasar una máquina destrozadora, de forma que arrojó piedras y arenas a la zona. Esto provocó que los invitados tuvieran que marcharse del evento.

A esto se suma que el marido fue agredido por el acusado un día en que ambos coincidieron con los coches en el acceso a sus respectivas viviendas. Cuando la víctima trató de regresar andando a su domicilio, G.U.F. pasó a su lado con el vehículo a gran velocidad, haciéndole creer que iba a atropellarle, por lo que, para evitarlo, se arrojó contra unas zarzas mientras el agresor se burlaba de su cojera.

Como consecuencia de todos estos hechos, además de las heridas por este incidente, los dos miembros del matrimonio sufrieron trastornos depresivos.

El Juzgado de lo Penal número 3 de Santander condenó inicialmente al acusado a un año y seis meses de prisión por un delito continuado de coacciones, y a una multa de 600 euros por una falta de lesiones, además de a indemnizarles con 11.760 euros y la prohibición de acercarse a 200 metros del domicilio del hombre durante tres años y medio.

Contra esta sentencia se interpuso un recurso, que se ha estimado pero sólo en el sentido de rebajar la pena en tres meses al aplicar como atenuante dilaciones indebidas, pues pasaron tres años desde el inicio de la causa y el período transcurrido entre el juicio y la fecha de la sentencia "supera el período de lo razonable", sin que valga como motivo la "complejidad" de los hechos.