Harry cobrará un sueldo de 3.139,98 euros netos mensuales

Harry ya tiene sueldo como presidente del Racing. 3.139,98 euros netos mensuales y catorce pagas, después de que la Junta General de Accionistas lo aprobase gracias al voto del propietario, Ahsan Alí Syed, del que hizo uso el propio Ángel Lavín. Así, con un simple "a favor", aprobó los siete puntos del orden del día, ignorando la voz de toda la masa social, en una maratoniana cita de ocho horas, que se celebró a puerta cerrada ante el impedimento de acceso a la prensa.

La Junta empezó con retraso frente a la hora prevista para su inicio, las 9.00 horas. Precisamente, ese fue el momento en el que se abrió la puerta 29 del estadio para que los accionistas se acreditasen. Después de la tumultuosa sesión del miércoles, en la que Harry suspendió la sesión ante la negativa de la prensa de abandonar el lugar, en esta ocasión, se esperaba que el acto fuese a puerta cerrada, sin la presencia de periodistas. Sin embargo, algunos de ellos se han acreditado como accionistas para poder acceder. A los fotógrafos se les ha prohíbido introducir sus cámaras profesionales. Varios minoritarios se solidarizaron con la causa y prestaron sus títulos a los reporteros para que estos pudiesen dar testimonio de lo allí sucedido. En los aledaños, la prohibición de entrar a la prensa ha provocado algunas protestas, donde la Asociación de la Prensa de Cantabria repartió chapas con el lema "Sin periodismo no hay democracia".

Mientras tanto, Juan Antonio Berdejo (Abogado del club) amenazaba a todos aquellos que publicasen su imagen: "que se atengan a las consecuencias". Sin embargo, fue el propio club quien colocó una cámara apuntando a los asistentes, para grabar todo lo acontecido en la Junta.

Con una hora y tres cuartos de retraso, se procedió a la lectura de los datos de asistencia, con el 99,7% del accionariado registrado, incluída la parte del del máximo accionista, Ahsan Alí Syed, cuya potestad portaba Ángel Lavín. Tras una confusión entre el presidente del Racing y la notaria, se llegó a la conclusión de que se trataba de la primera convocatoria de la Junta, después de la suspensión del miércoles.

Los pequeños accionistas mostraron su intención de impugnar la Junta, con argumentos como la "vulneración de los derechos de los socios, la falta de motivos para la suspensión de la sesión del miércoles o la falta de información sobre los puntos a tratar". A esta propuesta se adhirió la práctica totalidad de los minoritarios.

En la mesa presidencial, el único consejero era el presidente Ángel Lavín, junto a Juan Antonio Berdejo, la notaria y la secretaria. Ni José Campos, ni Álvaro Rodríguez-Quiroga, ni, por supuesto, Manolo Saiz, estuvieron presentes.

El primer punto del orden del día fueron las cuentas del club, a las que votaron en contra los minoritarios, pero, como era lógico, el voto de Ángel Lavín en nombre de WGA convirtió en un puro trámite. "No puedo hacer en estos momentos otra cosa", dijo el dirigente. En este punto se contó con la presencia de Antonio Corino Bedia, que contestó a las preguntas correspondientes y, posteriormente, se marchó, supuestamente, a la vista del juicio del club con el futbolista Baltasar Rigo.

Posteriormente, se pasó a la aprobación del nombramiento como auditor de cuentas de la empresa Olszewski Auditores. Uno de los accionistas pidió que, en vez de contratar un servicio con sede en Madrid, se contratase a alguien radicado en Cantabria, propuesta que desató los aplausos de los presentes. El proceso de votación fue igual al del punto anterior y se aceptó el nombramiento.

Manolo Saiz

Para el punto tres estaba prevista la aprobación del ejercicio de la acción social de responsabilidad frente al consejero Manolo Saiz. Los minoritarios pidieron que se votase también la aprobación de ese ejercicio para la totalidad del consejo. Lógicamente, la primera propuesta fue aprobada y la segunda rechazada. en este punto se vivió uno de los momentos álgidos, después de que Harry acusase a Manolo Saiz y a Bernardo Colsa, presidente de las Peñas racinguistas, de filtrar información secreta del club, mientras Berdejo reía en la mesa. Colsa intentó acceder hasta ellos, para encararse con ambos. Finalmente, todo se saldó con un cruce de insultos y reproches y la promesa del representante de los aficionados de llevar el asunto ante los tribunales.

La modificación de los estatutos del punto 4 también salió adelante. En este punto se vieron resaltados los fallos del presidente Ángel Lavín, que se contradecía y al que, por detrás, Berdejo, asesoraba sobre el discurso a seguir. Aún así, las meteduras de pata fueron abundantes. Tras el éxito en la votación, las juntas generales serán convocadas mediante anuncio publicado en la página web de la sociedad con al menos un mes de antelación a la fecha de su celebración y el Consejo podrá estar formado únicamente por tres consejeros. A vueltas con un informe jurídico que apoyaba esta decisión, Colsa y Lavín volvieron a enzarzarse.

El punto 5 era uno de los puntos más polémicos de la cita: El sueldo del presidente. Tras la votación, Ángel Lavín percibirá 3139,98 euros netos mensuales y tendrá catorce pagas. "Ya lo tienes. Para que te lo gastes en salud", gritó un accionista. Harry cumplía el trámite y se salía con la suya. Tan trámite fue, que los accionistas, incluso, le cantaron una nana ante los repetidos bostezos del mandatario.

En los dos siguientes puntos, se aprobó el nombramiento del ausente Álvaro Rodríguez-Quiroga como consejero y la participación del club en el juicio por la propiedad del mismo.

Los ánimos se calentaron cuando Ángel Lavín citó al abogado de Ahsan Alí Syed fallecido tras la Junta de mayo, Francisco Escat. Los pequeños accionistas entendieron que Harry les estaba acusando de tener parte de culpa en el fallecimiento y anunciaron que presentarán una denuncia al respecto.

Bernardo Colsa propuso votar el ejercicio de una acción social contra el anterior Consejo, liderado por Francisco Pernía, "el que hundió al Racing". Los minoritarios votaron a favor y, en el momento en que Ángel Lavín hizo uso de la potestad otorgada por Alí en contra de la propuesta, los ánimos se volvieron a caldear.

Casi ocho horas después, la sesión agonizaba con el turno de ruegos y preguntas. Gritos de "Fuera chorizos" contra Lavín y Berdejo. Fueron los estertores de una jornada que se asemejó al estado de salud de nuestro viejo Racing. Una vez más castigado duramente a pesar de su anciano y precario estado.