Cristian Rodríguez, campeón por tres segundos

La gloria por tres segundos. Un suspiro. Una pedalada. Cristian Rodríguez (Bathco) se enfundó el último jersey amarillo de la XXVII Vuelta al Besaya. El único que vale. El definitivo. A su lado, se colocó Álvaro Cuadros (F. Contador).Entre ellos, sólo hubo tres segundos de diferencia después de tres días de competición, siete puertos de montaña y una contrarreloj por equipos. Caprichoso reloj pensaría el pupilo del dos veces campeón del Tour de Francia. Cristofer Jurado (Bathco) acabó tercero a diez segundos, un mundo en comparación. Rodríguez repite así la victoria que ya consiguió en la ronda cántabra. Dos mejor que uno. Histórico. Nunca nadie lo había conseguido. A punto estuvo Luis León Sánchez, ganador de tapas del Tour y Giro y uno de los mejores corredores españoles en la actualidad. Rodríguez se citó con la historia y la conquistó.

El éxito en el ciclismo se escribe con renglones de sufrimiento. De corazones azorados en plena ascensión. De dientes apretados. Todo ello quedó reflejado en la ascensión ayer al Collado de Cieza. Rodríguez aguantó las embestidas de toda la escuadra de la Fundación Contador. Álvaro Cuadros, Enric Mas y Iosu Angoitia, a la postre ganador en la línea de meta de Los Corrales de Buelna. Sin compasión. Sin mirar atrás, como manda el manual del buen ciclismo. Sin embargo, el líder hizo del Collado su casa. Incluso se permitió atacar en un momento para demostrar quien era el patrón. Los insultantes porcetanjes de las rampas del puerto corraliego fueron inútiles. Juntos, l los tres hombres más fuertes de la ronda, Rodríguez, Cuadros y Jurado, además de Angoitia, coronaron la cumbre y se lanzaron en un vertiginoso descenso. Para hacer buena esa ridícula ventaja que separa la gloria de la resignación, a Rodríguez le bastaba con entrar a rueda, y eso hizo. Victoria parcial para Angoitia y un pasaporte VIP para el campo amateur para el patrón de la ronda. Mientras Rodríguez recibía abrazos, Cuadros repasaba los tres días y buscaba dónde se dejó esa pedalada de menos.