Cómo tres años de guerra han destrozado a una generación de niños y niñas ucranianos
No sólo han perdido sus hogares, sino también sus familias, su educación, su protección y la seguridad y dignidad que todo niño merece
Arman Grigoryan. Director de Respuesta a la Crisis en Ucrania de World Vision
Martes, 4 de marzo 2025, 16:57
Los niños y niñas son los más afectados por la guerra. En toda Ucrania, desde las cambiantes líneas del frente hasta los desplazamientos masivos en el este, 6 millones de niños y niñas viven bajo el estridente sonido de las sirenas antiaéreas. En los refugios colectivos, los búnkeres de seguridad de las escuelas y los hospitales, sus vidas se han visto perturbadas sin medida.
¿Qué significa esta guerra para la infancia ucraniana? Conocí a Arina, de cinco años, en uno de los espacios infantiles de Dnipro. Mientras hacía rodar la plastilina, me contó que estaba construyendo la casa que perdió en Donetsk, la ciudad que una vez llamó hogar. Estos niños y niñas no sólo han perdido sus hogares, sino también sus familias, su educación, su protección y la seguridad y dignidad que todo niño merece.
En la actualidad, unos cuatro millones de niños y niñas ucranianos se enfrentan a graves interrupciones en su educación. Casi 600.000 no pueden asistir personalmente a la escuela. Debido a los continuos ataques y cortes de electricidad, se calcula que algunos estudiantes ucranianos pierden hasta 160 horas de aprendizaje al mes, especialmente los que dependen de la educación on line.
El balance de la destrucción de infraestructuras educativas es asombroso: 3.600 instituciones educativas dañadas, casi 2.000 escuelas afectadas y más de 371 centros educativos completamente destruidos. Incluso allí donde las escuelas siguen funcionando, están desbordadas y sufren escasez de profesores cualificados.
Para muchos niños y niñas, la guerra significa también la separación de sus seres queridos, especialmente de sus padres, que luchan en el frente. Cuando las madres y los niños huyen a refugios colectivos hacia el oeste, se encuentran compartiendo espacios reducidos con docenas de otros desplazados. Los lazos familiares se tensan, y el desgaste emocional es enorme. Se calcula que 1,5 millones de niños y niñas ucranianos corren ahora el riesgo de sufrir estrés postraumático, depresión y otros problemas de salud mental.
«En la actualidad, unos cuatro millones de niños y niñas ucranianos se enfrentan a graves interrupciones en su educación»
La ayuda humanitaria nunca ha sido tan crítica. Desde 2022, la financiación de la respuesta ucraniana no ha dejado de disminuir. Si nos fijamos en el Plan de Necesidades Humanitarias y Respuesta de 2024, solo se financió el 72,8%, lo que deja un vacío significativo en la ayuda.
Es urgente centrarse en crear medios de vida seguros y oportunidades de generación de ingresos para la población afectada. Con más del 10% de la población huyendo al extranjero y más de un millón de hombres movilizados, el país se enfrenta a una escasez crítica de profesionales en la mano de obra.
A través de la Educación y Formación Profesional (EFP), hay que dotar a los jóvenes de las capacidades necesarias para aumentar su empleabilidad. También hay que apoyar a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas ofreciéndoles formación adaptada y basada en el mercado para fomentar las oportunidades de autoempleo.
Además de la recuperación económica, hay que seguir dando prioridad a la capacitación de las mujeres, la integración de los veteranos de guerra y el apoyo a la educación, las necesidades básicas, la protección y la atención psicosocial de los niños y niñas.
Los niños y niñas ucranianos merecen una vida de paz, dignidad y seguridad, sin miedo ni sufrimiento, donde se respeten sus derechos y se proteja su futuro. Hay que poner fin a la violencia y restablecer la paz, por el bien de toda la infancia.
Debemos actuar ahora para protegerlos y proporcionarles el apoyo que necesitan para sobrevivir y reconstruir sus vidas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.