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mada martínez
Martes, 30 de agosto 2016, 11:50
Una nueva y ansiada infraestructura que arranca con objetivos muy claros. Descentralización cultural y alternativa son las claves.
El pasado sábado quedó inaugurado el Centro Cultural Quijano de Piélagos, ubicado al pie de la carretera, en el Barrio de las Herrerías. Autoridades, artistas ... y decenas de vecinos asistieron a los actos programados para la ocasión: la exposición colectiva Vasos comunicantes, un recital con piano, una banda de gaitas, un espectáculo de luces en la fachada, un aperitivo. Los invitados recorrieron las tres plantas de un edificio reformado, que en su origen, a mediados del siglo XIX, fue un hospital, luego un juzgado, más tarde las Escuelas municipales (hasta 1967), y que, finalmente, el Ayuntamiento ha decidido recuperar como espacio dedicado a la actividad cultural.
El centro es otro esqueje cultural de Piélagos y de Cantabria, un foco alternativo a la programación centralizada en la capital. El municipio está armando su oferta con otras propuestas, como el nuevo espacio escénico y polivalente La Redonda (Vioño de Piélagos), a cargo de Nacho Fernández e Hilo Producciones, Sandro Cordero y Begoña García; La Teatrería (Oruña de Piélagos), un proyecto de Ábrego Teatro que ya ha dado cabida a festivales y estrenos; o el Festival de Cine Piélagos en corto, que este año ha cumplido su séptima edición. Hay más ejemplos de oferta sólida y descentralizada: la Sala Robayera, de Miengo, con treinta años de andadura, o el Festival Sianoja (Noja).
La alcaldesa de Piélagos, Verónica Samperio, pronunció el discurso inaugural. Auguró que el edificio seguirá aunando el carácter asistencial y la función pedagógica que tuvo antaño. También destacó el nuevo rumbo cultural. Una vez superada su rehabilitación, un proyecto que acometió la anterior corporación, llega el reto de dotarlo de contenido. Samperio quiere que el centro sea una «referencia cultural para Piélagos, y también para Cantabria», que el municipio se proyecte más allá de su oferta deportiva y turística. La alcaldesa y su equipo comenzarán ya a trabajar en la programación que le dará sentido. En septiembre, explicó Samperio, tratarán de dejar cerrado el programa de actividades hasta Navidad. Y después, se podrán con la planificación de 2017.
¿Qué albergará el Centro Cultural Quijano? Hasta el 30 de septiembre, la muestra Vasos comunicantes. Al mismo tiempo puede verse una exposición permanente de fotografías en blanco y negro que cuenta la historia del municipio. Las imágenes han sido cedidas por los vecinos. Para el futuro más inmediato, Samperio maneja diversas ideas: convertirlo en sede de la Escuela municipal de Música, programar conferencias, obras de teatro, conciertos o más exposiciones. En concreto, tiene en mente «dedicar un espacio a artistas noveles, que tengan en este centro un lugar para comenzar».
El presidente del Gobierno regional, Miguel Ángel Revilla, y el consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz, pronunciaron sendos discursos en el acto de inauguración. Ruiz destacó el esfuerzo por renovar y dinamizar la oferta cultural. «Feliz vida a este centro», deseó el consejero. Revilla, por su parte, mencionó el peso histórico de los indianos, como Ambrosio Mazorra, quien financió el Hospital de San Ambrosio que hoy es el Centro Cultural Quijano.
Entre el público asistente circulaban muchos de los 28 poetas y artistas que han cedido su trabajo para armar la exposición Vasos comunicantes, coordinada por Carlos Alcorta. La disposición de las obras es totalmente azarosa: los poemas y las obras plásticas se han hermanado en las paredes de forma casi aleatoria, sin que hubiese ningún tipo de conexión previa entre ambas piezas. «Esta exposición no tiene hilo conductor. El público tiene que indagar en la posibilidad de vinculación entre la obra y el poema», les dijo Alcorta a los asistentes.
Los creadores también veían por primera vez con quién estaban hermanados. Los versos de Adela Saiz («Tiembla en tu mano la luz / como lágrima que traspasa / la barrera del párpado, glóbulo / que agoniza en las pestañas») se situaban junto a la pieza de Manuel Fernández Saro, Treinta veces más fuerte que tú. «Es un poema inédito», explicó la poeta, quien lo eligió porque, originalmente, también estaba escrito con motivo de otra pintura. «Es chocante verlo aquí, ahora». El poema de Rafael Fombellida Odiseo en el Báltico convive en la misma pared que las pinturas de Mazarío. «He admirado a Mazarío desde siempre, es uno de los pintores que más gusta, y que me representa», apuntó Fombellida.
Las obras plásticas y las palabras formaron otros tándem: Puchi Incera y Javier Menéndez Llamazares; Yolanda Novoa y Ana García Negrete; Alberto Muñoz y Jesús Cabezón; Faustino Cuevas y Martín Bezanilla; Gloria Pereda y Fernando Abascal; Roberto Orallo y Lorenzo Oliván; Juan Manuel Puente y Marta San Miguel, o Mariano Gómez Vallejo y Marcos Díez. Este último poeta escribe: Quisiste ver de cerca la crecida / Todo aquella alegría sepultada / por un lodo feroz / que ayer, tan solo ayer, era agua clara, y sus versos se sitúan junto al lienzo de Gómez Vallejo, donde un río contiene la palabra flvmen.
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