La población meracha encoge y los pueblos altos se vacían

Según el Instituto Cántabro de Estadística (Icane), el municipio de Miera tenía 410 habitantes en 2015. De ellos, más de un centenar son de los barrios altos de La Cárcoba,Los Pumares o Solana, mientras que los barrios más poblados son Mirones o La Cantolla, más cerca de la ruta a Liérganes. Según la misma estadística, el municipio tiene una tasa de envejecimiento que supera el 31,46 % de la población, pero llama la atención que la tasa de habitantes con menos de 15 años es muy baja, no alcanza el 5,5%. Además, la mitad de la población del término municipal supera el umbral de los cincuenta años.

En lo referente a los servicios, y aunque los datos son aproximados, el autobús escolar que accede a los barrios bajos recoge, diariamente, a unos 15 niños en edad escolar (entre los 3 y los 12 años). Además, también hay menos de una decena de jovencitos, a partir de 12 años, que bajan diariamente a los institutos de Solares o Heras. El mismo Instituto de Estadística fija una población general de 23 niños menores de 16 años en todo el territorio meracho, lo que aporta una imagen fija de un municipio que encoge en población año a año. De hecho, desde principios de siglo XXI, Miera ha estrechado considerablemente su franja de población.

Durante este tiempo, muchas han sido las reivindicaciones en silencio público que se han hecho en despachos regionales o entidades para que Miera recupere su identidad y viejo esplendor como puerta de entrada a todo el valle meracho y trasmerano.

En clave local, también destaca la propuesta de la Asociación Cultural El Avellano de Miera de presentar un proyecto para atraer habitantes al pueblo de Miera, a la convocatoria de la Asociación para la Promoción y Desarrollo de Valles Pasiegos 2015-2020. Este colectivo, ofreció las infraestructuras y casas vacías para poner en marcha un programa piloto de repoblación con familias jóvenes. La propuesta fue bien valorada en la asamblea de presentación.