«La hondura sin estridencias de 'Loreak' me cautivó»

'Loreak', de Jon Garaño y Jose Maria Goenaga, fue para mí la gran sorpresa del Festival de San Sebastián del año 2014. La sencillez, la frescura, la hondura sin estridencias de una película hecha de más silencios y silencios que de grandes frases y pensamientos me cautivó. El tempo lento, el mimo de los autores hacia los personajes, que el espectador va construyendo según discurre el metraje, me ganaron. Salí, como muchos espectadores, con una sonrisa en la cara pese a que hay en la película suficientes elementos dramáticos. Historias aparentemente sencillas, de personas comunes, que se entrecruzan, creando una película deliciosa, llena de sensibilidad. ¡Qué orgullo como vasco poder alardear entre amigos y compañeros de una película creada y producida en Euskadi! Y más aún cuando me entero de que va a representar al cine español en la carrera por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa.

Algo parecido me ha pasado este año en mi muy querido Festival de San Sebastián, donde me ha vuelto a sorprender el cine vasco con 'Amama', de Asier Altuna, una película que vuelve a rastrear el mundo rural vasco con sus tradiciones y sus contradicciones, con sus intentos por modernizarse sin perder la esencia, acompasando las tradiciones a los tiempos; una sociedad donde la mujer (además del matriarcado tradicional en el campo) busca su lugar y protagonismo en el mundo laboral e intelectual imponiéndose al papel estelar del padre de familia.

'Loreak' aún se puede encontrar en cines y 'Amama' la acaban de estrenar. No se las pierdan, sobre todo la primera.