Dichosa recesión

'La gran apuesta' viene con una ristra de nominaciones a los premios Bafta, los Globos de Oro y los Oscar, incluyendo a mejor película, una buena carta de presentación para una obra firmada por Adam McKay, un tipo que hasta ahora figuraba principalmente en los créditos de comedias a la americana por encima de la media, entre ellas la descacharrante serie 'El reportero: la leyenda de Ron Burgundy', protagonizada por Will Ferrell, con el que fundó la indispensable web de humor Funny or Die.

En un intento de descansar de la comicidad, su nuevo filme está basado en el libro superventas de Michael Lewis, una reflexión sobre los orígenes de la dichosa crisis y el mundo de las finanzas, el lado oscuro de los banca y otros cánceres del planeta. Christian Bale, Steve Carell, Ryan Gosling y Brad Pitt son las estrellas principales de un reparto coral que llama poderosamente la atención.

Los protagonistas de 'La gran apuesta' son ajenos al sistema, testigos del desplome de la economía mundial. Cuestionarlo todo y aprovecharse de la coyuntura es su meta. "Empecé a leer el libro sobre las diez de la noche y pensé: Me leeré 40 páginas , ya está", relata el director. "No podía dejarlo. Lo terminé a las seis de la mañana. Al día siguiente, le hablé a mi mujer de los personajes y de cómo el libro entrelazaba las distintas tramas y cómo es una especie de historia sobre 'hacerse rico' que trata en última instancia sobre la caída del sistema bancario, la corrupción y la autocomplacencia, y cómo es a la vez divertida y desgarradora. Y ella me dijo: Deberías hacerla". A priori no se le ocurrió considerarlo, pero por una serie de circunstancias el proyecto cayó en manos de la productora de Brad Pitt y todo se aceleró.

Sincero y genial

Bale, actor todoterreno, da empaque al casting en la piel del Dr. Michael Burry, un neurólogo de San José convertido en gestor financiero, con un ojo de cristal y cierta tendencia a presentarse descalzo al trabajo. "Mike no se relaciona mucho con otras personas, pero es uno de los hombres más geniales, sentidos y sinceros que he conocido nunca", afirma el reputado actor. "Mike estudió miles y miles de hipotecas para elaborar un patrón. Nadie más tenía las fuerzas para hacer algo así. Todos los demás estaban pasándolo bien, ganando mucho dinero. Nadie quería gritar: Detengan el autobús, que yo me apeo, pero Michael sí. Descubrió que todo era una completa basura".

Carell, por su parte, espera que la película despierte la indignación de más de uno. "Si me encontrara en un cóctel y alguien me preguntara de qué va la película, diría: ¿Recuerdas cuando las hipotecas de alto riesgo se fueron a la ruina y todas esas compañías quebraron y ni una sola persona fue a la cárcel? ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas cómo estalló todo? ¿Y que luego llegó el gobierno y los rescató a todos y todo pareció estar bien? Pues sobre esto trata este filme. Es una película de miedo y es mucho más aterradora de lo que acabo de contar".