

Secciones
Servicios
Destacamos
Borja Crespo
Miércoles, 3 de febrero 2016, 16:10
Todos los años hay grandes películas que son ninguneadas en los principales premios de los cotizados Oscar. Este año le ha tocado a 'Carol', con permiso de 'Los odiosos ocho', también marginada, más si cabe. La última propuesta de Todd Haynes, uno de los pocos cineastas autorales norteamericanos, vieja escuela aparte, que deja su sello en producciones con cara hollywoodense (indispensable 'Poison' en su filmografía, y títulos como 'Velvet Goldmine' o 'Lejos del cielo'), merecía tener presencia en las nominaciones más deseadas, léase mejor película y director, aunque sus protagonistas, Cate Blanchett y Rooney Mara, pueden llevarse merecidamente el máximo galardón como mejor actriz y actriz de reparto. Puede haber justicia poética si los ilustres académicos otorgan a ambas artistas la estatuilla dorada por su hipnótica interpretación de dos mujeres que conectan emocionalmente en Nueva York, en los años 50, una época donde había que ocultar ciertas relaciones. Blanchett encarna a la Carol del título, una esposa infeliz que ve la luz al conocer a una joven dependienta de una tienda de Manhattan que fantasea con tener una vida mejor.
Rooney Mara, ganadora en Cannes del Premio a la mejor actriz por su genial encarnación del objeto de deseo de Carol, está labrándose, como su veterana compañera de reparto, una excelente trayectoria a base de participar en títulos de notable interés, entre ellos 'Efectos secundarios', del prolífico Steven Soderbergh, donde era el centro de atención del filme, el meollo de la trama. La joven actriz nació el 17 de abril de 1985 en Bedford, EE UU. Se dio a conocer en televisión, participando en series como 'Ley y orden' y pasó por cintas de género como 'Leyenda urbana 3', antes de contar con su primer papel protagonista en pantalla grande, en el innecesario remake de 'Pesadilla en Elm Street'. Interpretó a la novia del creador de Facebook en la aplaudida 'La red social' y repitió delante de la cámara con su director, David Fincher, en la estimable 'The Girl with the Dragon Tattoo' ('Millennium: los hombres que no amaban a las mujeres'), interpretando a Lisbeth, la conocida detective inadaptada de look gótico creada por Larsson en la popular trilogía literaria llevada al cine, una heroína totalmente diferente a todas las que le habían precedido en el mundo de la novela negra: un prodigio punk cuya apariencia advierte a la gente que no se acerque, que no interactúa "con normalidad" con los demás. En alguna entrevista, Rooney Mara contaba que se emborrachaba por las noches para afrontar mejor el reto interpretativo.
"Carol sigue la historia de amor inesperado entre dos mujeres de diferentes edades y entornos sociales", enfatiza Haynes. "Una joven de unos 20 años, Therese, empieza a saber lo que es la vida, cuando conoce a Carol Aird, una atractiva mujer más mayor que tiene una hija y está sumida en un proceso de divorcio. A medida que se conocen, se van enamorando y comienzan a enfrentar los conflictos que su atracción provoca". El dúo protagonista se topa con la imprevisibilidad del amor. Guiar las emociones no es fácil en la década de 1950, tras el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando América se caracterizaba por sentimientos enfrentados, de paranoia u optimismo. La posguerra provocó el surgir de muchas voces del cambio y la apertura de la sociedad a las emociones y el deseo.
'Carol', guión adaptado -también con nominación al Oscar- de la segunda novela de Patricia Highsmith, conocida por sus novelas de crímenes, ofrece al espectador una visión realista de las dificultades de un amor que se aleja de los cánones establecidos, mientras refleja el reto de la búsqueda del verdadero camino hacia la felicidad. "Carol es alguien que quizá parece muy remoto e independiente y dueño de sí mismo, pero en cierto modo creo que está en ruinas", comenta Blanchett sobre su personaje. "Ella no encaja- ni Carol ni Therese- en un círculo social o en ese momento histórico. Así que creo que las dos están atrapadas en la intensidad de la conexión que comparten. Se torna más importante la otra persona que encajar en un grupo más grande".
"Cuando Carol reconoce sus sentimientos por Therese en la película adquiere esa angustia universal que a menudo viene cuando te enamoras, corre el riesgo de perder el control y es una emoción embriagadora", continúa la excepcional actriz, que carga las tintas en la diferencia de edad entre las amantes. "Si esto sale mal, le afectará de una manera diferente a una chica que es mucho más joven que ella", dice. "Therese es simplemente el producto de su edad y de su propio entorno. Tiene una especie de melancolía, de anhelo... una cierta aprehensión diferente que Therese simplemente no tiene ni entiende".
La relación evoluciona hasta convertirse en una historia de amor que no encaja en la época, en un momento en que ser lesbiana no estaba culturalmente aceptado, lo que llamó la atención de Mara: "Cuando te enamoras, tu mente funciona como la de un criminal. Estás constantemente pensando en diferentes escenarios y diferentes cosas que podrían salir mal o de otra manera". En contraposición a Carol, su personaje "no está tan atada, no tiene un hogar y se encuentra en medio de averiguar quién quiere ser en la vida. Carol realmente abre su mundo y su mente a lo que su vida podría ser, lo que ayuda a Therese a entender el tipo de relaciones que quiere tener".
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.