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Un fotograma de 'Juego de tronos'.
El invierno ha llegado a HBO

El invierno ha llegado a HBO

La cadena por cable se enfrenta al final de 'Juego de Tronos' sin otro gran éxito en su programación

Mikel Labastida

Jueves, 30 de junio 2016, 16:27

El invierno ha llegado seis temporadas después a 'Juego de Tronos'. Un cuervo blanco lo ha anunciado y dicen que será el peor en mil años. Nos habían hablado de él, nos habían prevenido y avisado, pero nunca terminaba de aterrizar. Los primeros copos de nieve lo confirman. Y confirman también que el final de la serie se acerca. Porque con el temporal se ha de librar la gran batalla que decidirá quién gobierna en Poniente. Los espectadores han acogido esta estación con frío, con la gélida sensación que provoca tener que despedirse de su ficción favorita y saber que la épica historia ideada por George R. R. Martin culminará definitivamente. No habrá más Stark, ni Lannister, ni Targaryen. No obstante no es algo inminente. Para el cierre quedan previsiblemente dos temporadas más, con menos capítulos cada una, eso sí. Al menos es lo que apuntan los rumores. De momento no ha habido confirmación oficial.

La que más se está abrigando para este acontecimiento es HBO. La cadena de cable lleva tiempo temiendo que el invierno llegase y que el hielo les sorprendiese sin recambio suficiente para poder buscar el sol. Metáforas aparte la que no hace mucho era la emisora de referencia de la nueva ficción televisiva atraviesa un momento delicado. No acierta con sus nuevas apuestas. Hace varias temporadas que no consigue con sus estrenos la repercusión que esperaba y, mientras, observa con preocupación cómo su gallina de los huevos de oro se agota. 'Juego de Tronos' ha comenzado su cuenta atrás y sus creadores no parecen proclives a estirarla demasiado. Se rumorean posibles 'spin-off' pero ninguno está confirmado. En estos momentos toda la atención y fuerzas de David Benioff y D. B. Weiss están volcadas en mantener el buen ritmo narrativo de las tramas de Los Siete Reinos, aun sin libros en los que apoyarse, y darle un final lo suficientemente digno y que esté a la altura de todas las temporadas estrenadas. La última, desde luego, ha puesto el listón muy alto.

HBO en su origen fue un canal especializado en deportes y cine. A finales de los años ochenta decidió comenzar a ofrecer contenidos exclusivos que no pudieran encontrarse en otras plataformas. Así se especializó en comedias y en miniseries. Su primera incursión con el drama fue con 'Oz', una producción durísima que se desarrollaba en un penal y que se dedicaba a retratar sin edulcorantes a los presos y la relación que se establecía entre ellos. Fue una serie que hoy en día habría acaparado premios y aunque no fuese consumida por un público mayoritario generaría todo tipo de análisis y reportajes (como pasó con títulos minoritarios como 'Mad Men' o 'Breaking Bad'). Pero 'Oz' llegó demasiado temprano, todavía no se había declarado la edad de oro de las series y no existía un público seriéfilo entregado a todo tipo de argumentos.

Pero para HBO fue un punto de inflexión, porque gracias a esta producción descubrió una línea en la que trabajar y distinguirse. Era una línea de riesgo, con temas poco tratados en televisión y con puntos de vista poco frecuentes en este medio. Fue el antecedente a 'Los Soprano', el que sí se puede considerar primer gran éxito de HBO y el que desembocó el fervor por las series. Con la familia de los mafiosos se descubre que la televisión puede ser atrevida, que permite desarrollos y una narrativa que otras pantallas como el cine no tienen a su alcance, y que existe un público dispuesto a consumir historias serializadas y divididas por entregas. HBO toma la delantera y se convierte en una institución, en el Sancta Sanctorum de la ficción catódica. El público de la serie fue creciendo a medida que corrían las temporadas. Su final, en 2007, reunió a casi 12 millones de espectadores, una cifra récord para una cadena por cable, que sólo se ha superado después con 'Juego de Tronos'.

El imperio HBO continuó después de 'Los Soprano' con producciones emblemáticas como 'A dos metros bajo tierra' o 'The Wire' y otras que propiciaban el fenómeno fan como 'Sexo en Nueva York' o 'True blood'. Pero en este tiempo, como es lógico, fueron apareciendo otros operadores que le han ido comiendo el terreno en cuanto a relevancia y crítica sobre todo. A AMC, por ejemplo, se le ha considerado la nueva HBO gracias al éxito de 'The Walking Dead', 'Mad Men' o 'Breaking bad', aunque últimamente anda también algo a la deriva.

El último gran pelotazo de HBO ha sido 'Juego de Tronos'. La adaptación televisiva de la saga de George R. R. Martin era un arma de doble filo, porque si salía bien se convertiría en todo un filón (como ha sido) pero si iba a mal representaría un batacazo sin precedentes en la tele. La emisora apostó fuerte, dotó al proyecto de un presupuesto considerable, y sus resultados no pueden ser mejores. Ninguna producción televisiva había logrado jamás un fenómeno fan similar. Ni siquiera 'Perdidos'. Los palmarés de premios se rinden ante ella. Y la audiencia no deja de crecer. El pasado domingo, el capítulo final de la sexta temporada consiguió 8,9 millones de espectadores, 800.000 más que el curso anterior.

HBO calcula que la audiencia global, que resulta de combinar las emisiones originales, las grabadas, las repeticiones, las emisiones bajo demanda y las emisiones por internet, puede alcanzar los 23 millones de espectadores a la semana, lo que la convierten en la serie como la más vista de la televisión por cable en EE UU, únicamente por detrás, eso sí, de 'The Walking Dead'. La progresión de la serie es espectacular. En su estreno en 2011 atrajo a 2,2 millones de espectadores y esa cifra no ha dejado de crecer. Normal, que la cadena no quiera que el invierno haga de las suyas y acabe con la producción. O que le pille sin otro gran producto entre manos.

Y de eso andan escasos. Podría haber sido 'True Detective', pero su atropellada segunda temporada propició un coitus interruptus entre el espectador y esa producción. 'Luck' se presentó como un título con gran potencial con Dustin Hoffman al frente del reparto. Pero se desinfló enseguida. 'Boardwalk Empire' nunca consiguió estar a la altura de 'Los Soprano' y se despidió sin hacer mucho ruido tras cuatro temporadas. 'The Leftovers' ha conseguido un buen número de defensores, pero ni los galardones ni el gran público se han fijado en ella. El año pasado se presentó 'Vinyl', producida por Mick Jagger y Martin Scorsese, en torno a la industria de la música en los años 70. Parecía una apuesta redonda. Pero fracasó. Tanto que pese a haberse anunciado una segunda temporada se ha cancelado.

La nueva gran esperanza de HBO para la próxima temporada es una serie de ciencia ficción que adapta una película de Michael Crichton de 1973, 'Westworld' y que se desarrolla en un parque temático del Salvaje Oeste con robots de apariencia humana.

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