Secciones
Servicios
Destacamos
Borja Crespo
Jueves, 6 de octubre 2016, 14:35
Las comedias típicamente americanas, atractivas para el gran público, cuentan con dos recursos temáticos habituales: las locas juergas universitarias y los líos entre vecinos. Ambas opciones comparten bromas pesadas, ruido, cotilleo, alcohol, peleas y barbacoas, puntos en común que, sabiendo que la unión hace la ... fuerza, derivaron en 'Malditos vecinos', la película definitiva cuyo argumento giraba en torno a todo lo antepuesto para enganchar al espectador y desencajarle la mandíbula. El filme cuenta con una secuela reciente donde repite uno de sus protagonistas, Seth Rogen (Vancouver, 1982), rostro habitual de este tipo de producciones made in USA -curiosamente de origen canadiense-, lanzado al estrellato tras su participación en éxitos como 'Supersalidos', 'Lío embarazoso', 'Virgen a los 40', 'Superfumados' o 'Pineapple Express', títulos que funcionan regularmente en taquilla y gozan de una larga vida en formato doméstico. El otrora vitoreado Kevin Smith contó con los servicios de este inquieto actor de moda, adicto al trabajo, que representa al americano medio: un tipo normal, más bien tirando a perdedor y algo orondo. Después de la segunda parte de 'Clerks', que se sacó de la manga para intentar aliviar sus últimos descalabros, el director de 'Persiguiendo a Amy' dirigió 'Zack and Miri make a porno', cuyo título lo dice todo. Los chispeantes diálogos del cineasta americano se despacharon a gusto con gags subidos de tono y un cameo de la diva del porno Traci Lords. Elizabeth Banks era la pareja por accidente de Rogen, dos treintañeros que deciden montar un estudio de cine porno amateur, el sueño de muchos...
La trayectoria de Rogen es más jugosa de lo que puede parecer con un simple resumen. Cabe destacar que sus movimientos no se quedan en un simple listado de películas para echarse unas risas. Su labor como productor, guionista e ideólogo va en aumento. Conocida es su faceta como doblador en propuestas de animación ('Kung Fu Panda', 'Monstruos contra Alienígenas'), o en 'Paul', la enésima vuelta de tuerca al tema 'E.T.' bajo el prisma del humor, una suerte de 'Mi amigo Mac' a la inglesa con dirección de Greg Mottola, responsable de 'Supersalidos' y 'Adventureland', con Simon Pegg y Nick Frost como protagonistas, que a su vez firmaban el libreto. Seth se encargaba de poner voz al extraterrestre en la versión original, mientras Santi Millán hacía lo propio para nuestro mercado.
Esta pasión de dar voz a personajes animados por infografía le ha llevado a ser uno de los impulsores de 'La fiesta de las salchichas', estreno inusual de este fin de semana en la cartelera. Estamos ante una propuesta de animación dirigida al público adulto, donde se sueltan palabrotas sin sonrojo, hay chistes verdes y los alimentos protagonistas van juntos y revueltos. Salchichas y panecillos en alegre comunión en una película dirigida por Conrad Vernon y Greg Tiernan. El argumento recoge el viaje de un paquete de salchichas a un hogar donde creen que encontrarán la felicidad (y no ser cocinados en una sartén). A punto de caer en el aceite hirviendo deciden huir despavoridos y encontrar el verdadero sentido de su existencia.
James Franco, Jonah Hill y Michael Cera, compañeros habituales de fatigas de Seth Rogen, son algunas de las voces presentes en la versión original. "Es una versión muy extraña del viaje del héroe", cuenta el actor. "Más que ninguna otra de nuestras películas, permite utilizar esa estructura del marginado que siente la llamada para liberar a las masas de sus ataduras. Podíamos hacer una película con esas ideas increíblemente estructurales y, al mismo tiempo, suceden un montón de cosas complemente disparatadas". 'La fiesta de las salchichas' presume de gamberra y ha sido aplaudida por la crítica al otro lado del Atlántico. Es una comedia para adultos, ambientada en un supermercado, donde los actores principales interpretan a los típicos productos que se venden en sus estanterías. Rogen, Hill y Cera hacen de salchichas y Franco de yonki, papel en el cual parece sentirse a gusto.
Estos colegas del alma, reyes del cameo, se han embarcado en películas fuera de lo normal en alegre comandilla, como la delirante 'Juerga hasta el fin', donde hacían de sí mismos en medio de una apocalipsis impagable. Pero su aportación más sugestiva del momento es su empeño en llevar a la televisión 'Predicador', cómic indispensable con guión de Garth Ennis y dibujos de Steve Dillon.
Seth Rogen es uno de los creadores de 'Preacher', la adaptación televisiva, junto a Sam Caitlin y Evan Roldberg. Con este último -debutante en la dirección con 'Juerga hasta el fin'- lleva trabajando conjuntamente como guionista y productor desde 2007, en títulos como la versión de 'The Green Hornet', dirigida por el demiurgo de los sueños Michel Gondry. 'Preacher' es emitida por el canal AMC y está más cercana de 'Twin Peaks' que del tebeo de partida, cuyas páginas nos embarcan en una odisea alucinógena donde las referencias cinematográficas se respiran en cada historieta. El argumento no oculta su inspiración, aprovecha arquetipos y situaciones propias del cine para definir su personalidad, con lo cual no es de extrañar que fuera del agrado de Rogen y compañía, empecinados en llevar tan suculenta materia prima al medio audiovisual.
El primer número de 'Predicador' apareció en las librerías de EE UU en abril de 1995. Se agotó en cuestión de días, convirtiéndose de la noche a la mañana en objeto de culto. Editada por la sugestiva línea Vértigo de DC, cómic de autor para adultos sin prejuicios, la saga remite a una trepidante road-movie, con aires de western crepuscular. El guionista irlandés Garth Ennis (Steve Dillon se encarga de los dibujos con su personal estilo y Glenn Fabry firma las impactantes portadas), aprovecha la libertad creativa que le ofrece el sello editorial para narrar sin cortapisas, de un modo explícito, las violentas andanzas de Jesse Custer -encarnado por Dominic Cooper en la adaptación televisiva-, un expredicador poseído por una todopoderosa entidad llamada Génesis, nacida de la unión carnal entre un ángel y un demonio. Su búsqueda de la verdad le lleva a afrontar un siniestro viaje, acompañado por una antigua novia, de profesión asesina, y un desaliñado vampiro de casi un siglo experto en buscar problemas. Estos estrafalarios secundarios, Tulip y Cassidy, son dos simples muestras del cóctel de influencias agitadas con eficacia para el disfrute del lector.
Los afilados diálogos que salpican el cómic, empapados de humor negro (muy presente el la serie televisiva), parecen haber sido escritos por Tarantino. El influjo del director de 'Pulp Fiction' no acaba aquí: al protagonista se le aparece en los momentos más insospechados John Wayne vestido de vaquero, impartiendo sus consejos fantasmales como Elvis Presley a Christian Slater en 'Amor a quemarropa'. Además, el personaje de Cassidy -Joe Gilgun, de 'Misfits', en los créditos de tv- nos remite al reivindicable film de chupasangres 'Los viajeros de la noche', de la cineasta Kathryn Bigelow, mientras Tulip -Ruth Negga, de 'Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D.', en la caja tonta- está claramente basada en la sobria 'Nikita', de Luc Besson. El Santo de los Asesinos, un exterminador espectral enviado a la Tierra por los ángeles para eliminar a Jesse, es el vivo retrato de Clint Eastwood. La serie de televisión se empapa del espíritu del cómic pero viaja por otros derroteros, actualizándose a los tiempos que corren. Si se olvidan las viñetas originales se antoja un producto para la ventana electrónica excéntrico y arriesgado, incapaz de dejar indiferente. Hay incorrección política y abundante acopio de escenas gore, lo que es de agradecer cuando tan efectistas recursos están al servicio de la ironía. Ya está en marcha el rodaje de la segunda temporada.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.