Jorge Sanz ya no es un fracasado

Recapitulemos: ¿Qué fue de Jorge Sanz? Triunfó siendo un crío, cuando a los nueve años debutó en la película 'La miel' de Pedro Masó y después participó en otros títulos como 'Conan el Bárbaro' o 'Valentina'. Durante su adolescencia forma parte del reparto de filmes emblemáticos como 'El año de las luces', 'Mambrú se fue a la guerra' o 'El Lute II'. Con 'Si te dice que caí' ganó un Goya y tras ella llegaron taquillazos como 'Belle Époque', '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?', 'La niñá de tus ojos' o 'Cha cha cha'. Con el inicio de siglo sus apariciones en el cine se espacian más ('Tuno negro', 'El oro de Moscú', 'Bienvenido a casa') y su carrera cinematográfica se va apagando. Al mismo tiempo comienza su incursión en el teatro, donde alterna piezas como 'Arsénico, por favor' o 'Descalzos por el parque'. Aunque ya había participado en otras series de televisión (como 'Colegio Mayor' o 'El inquilino') hay una que le permite dar un nuevo giro a su trayectoria, 'Qué fue de Jorge Sanz'. Marca un antes y un después.

Estrenada en 2010 en Canal + esta producción, escrita y dirigida por David Trueba, sorprendió por su insólito planteamiento, y más en una industria como la española, acostumbrada a los productos cortados por el mismo patrón. Había vida más allá de 'Médico de familia' y 'Aquí no hay quien viva'. La miniserie ponía a Jorge Sanz en el centro de la diana para narrar el declive profesional de un actor, que un día lo fue todo en el cine español y se enfrenta a un momento profesional y personal complicado. A medio camino entre la realidad y la ficción, a caballo entre el documental y la película, con grandes dosis de sarcasmo e ironía, la propuesta trataba de analizar la profesión actoral y, sobre todo, la manera en que cada persona maneja y se relaciona con el fracaso. A través de seis capítulos el intérprete se enfrenta a retos profesionales (con los que trata de reflotar su carrera), se encuentra con compañeros de profesión y sortea otros problemas de su vida. Cuánto hay de verdad y cuánto de ficción es algo que el espectador debe decidir.

Planteado como un producto cerrado la serie se emitió durante los últimos meses de 2010, contó con la participación de rostros conocidos como Santiago Segura, Antonio Resines o Juan Diego Botto (interpretándose a ellos mismos, o al cliché de ellos mismos que la sociedad tiene), y sorprendió a la crítica y al público (no mayoritario) por su acidez y atrevimiento. Quedó, en resumidas cuentas, como una rara avis en el panorama español y aunque en ocasiones se habló de resucitarla las circunstancias nunca eran proclives a ello.

Hasta que llegó Movistar y aceptó una propuesta del equipo: rodar un capítulo especial cada cierto tiempo para seguir la evolución de Jorge Sanz, o al menos del Jorge Sanz de la serie. Así el año pasado se estreno el primer episodio especial, en el que volvían a aparecer los personajes recurrentes y en el que de nuevo se nos mostraba a un Sanz en apuros. A pesar de que la producción regresaba a su universo natural y que de nuevo se regodeaba en las miserias humanas, el largo metraje lastraba la propuesta. Acostumbrados a las anteriores entregas (de poco más de media hora) este especial de hora y media se hacía largo y perdía frescura.

Un año después Sanz y los suyos vuelven a la carga y esta vez sí, con un capítulo más redondo, que se estrena el sábado 4 de marzo en la plataforma Movistar. Le han sabido tomar el punto a las nuevas duraciones. El propio Trueba explica que la idea inicial era espaciar los episodios en periodos más largos pero que el rodaje de 'La reina de España' (segunda parte de 'La niña de tus ojos') les permitió contar una historia que encajaba en la serie y, algo importante, ir más allá en sus planteamientos iniciales.

Porque el Jorge Sanz que el espectador se va a encontrar en el octavo episodio ya no es un fracasado. Vuelve a atravesar un momento dulce. El renacido, le llama su nueva manager. Sí, Sanz, ahora que ha tomado un impulso profesional, ha dejado atrás parte de su pasado y en ese camino se ha quedado el representante -fatal en sus funciones laborales, incansable para infundir ánimos-. Ya no necesita escudero. La aparición en un anuncio de cafés y el rodaje de la secuela de la famosa cinta protagonizada por Penélope Cruz le han vuelto a situar en un lugar destacado y esto permite al actor mostrar una cara inédita. Ya no inspira ternura, ahora al público le costará apiadarse de él. "Este Jorge Sanz es más negro. Se trataba de reflejar cómo muchas veces se pierde más la dignidad en el triunfo que en el fracaso", comentó Trueba. "En las adversidades y en la fama es donde mejor se conoce a las gente. Muchas personas cuando están arriba dejan aflorar lo mezquino y lo egoísta", apuntó Sanz.

Cameos

El episodio, de una hora y cuarenta minutos, retoma la historia de Sanz una vez recuperado del ataque al corazón que le dio en el teatro. Ha dejado de beber y fumar y la terapeuta que lo trata considera que está curado (mal que le pese a Aitana Sánchez Gijón, con la que se cruza en la consulta de la profesional en un cameo estupendo). Con Úrsula Corberó rueda el anunció de café y con toda la troupe de Trueba -Fernando- se dispone a partir a Budapest para rodar el nuevo largometraje del cineasta.

La actualidad se cuela en este especial, ya que aprovechando la grabación de la película en Hungría, se aborda la crisis de los refugiados. "Me parecía muy delicado pero David lo hizo de un modo muy cuidadoso", señala Eduardo Antuña. Una secuencia, protagonizada por Sanz y Javier Cámara, en la que este último le pide que se implique políticamente, permite mostrar el cambio del protagonismo y la madurez de la propia serie. Porque la escena recuerda mucho a otra que, años atrás, aconteció entre Sanz y Botto y en la que el protagonista actuó de un modo completamente diferente. El éxito también se deja ver en este tipo de detalles.