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La artrosis es una enfermedad que se ceba especialmente con ellas. Ser mujer y sufrir esta patalogía crónica, originada por la degeneración paulatina del cartílago, duplica además la probabilidad de sufrir otros trastornos como, por ejemplo, ansiedad o depresión. Esta dolencia ha encontrado aliados en dos hábitos extremos de nuestra sociedad: el exceso de la actividad física y el sedentarismo. La sabiduría del término medio - ejercicio adecuado y controlado, buena dieta y vida saludable- es la mejor medida para frenarla. En la actualidad, la artrosis afecta a más de siete millones de pacientes en España y trescientos millones en todo el mundo. Y aunque tradicionalmente se ha asociado con el envejecimiento, puede aparecer ya a partir de los 40 años.
La vida se alarga, pero las articulaciones son como ciertos muebles, con un número limitado de aperturas y cierres en puertas y cajones. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, la esperanza de vida para los hombres está en los 80 años y para las mujeres en 86. Con estas cifras, la aparición de la artrosis resulta prácticamente inevitable.
La artrosis afecta a los cartílagos, los huesos y los tejidos blandos de las articulaciones. Produce dolor y afecta a la movilidad. Normalmente, se da en las caderas, las rodillas, las manos, los pies o en la columna vertebral. Es una enfermedad degenerativa. La buena noticia es que su progresión suele ser muy lenta. Así que, mientras sigue su curso, se puede y se debe hacer un esfuerzo por retrasarla. Aquí las siete claves que Thyssenkrupp Home Solutions, compañía líder en salvaescaleras, recomienda para combatirla y para disfrutar de una mejor calidad de vida:
1
Parece que la edad conlleva una acumulación de kilos, sobre todo alrededor de la cintura. Pero puede evitarse. La clave está en tratar de moverse más en lugar de menos, que es lo que todo el mundo suele hacer con el paso de los años. Además, hay que reducir el consumo de alcohol, no solo por sus efectos adversos en la salud, sino también por sus muchas calorías. Es recomendable beber más agua, comer solo cuando se tenga hambre y hacer cuatro o cinco comidas al día, pero siempre con raciones pequeñas, y llevar una dieta saludable. Perder peso es muy importante para combatir la artrosis porque reduce la sobrecarga en las articulaciones.
2
El mito de los superalimentos es eso, un mito. Pero sí se sabe que algunos nutrientes tienen efectos antiinflamatorios, antioxidantes y que participan en la reconstrucción de tejidos, por lo que pueden contribuir a mantener a raya la artrosis. Por ejemplo, es muy importante tomar vitaminas: la A, que está presente en las zanahorias, los albaricoques, las calabazas; la C, que abunda en frutas como el kiwi, los cítricos y los pimientos rojos; la K, que está en la col, el brócoli, las espinacas; la E, un antioxidante importantísimo que encontramos en los frutos secos, en el aceite de oliva... Son necesarios también los alimentos con omega 3 y 6, que se encuentran abundantemente en los pescados azules. Una buena noticia para mucha gente es que el chocolate negro contiene magnesio, que es un mineral beneficioso contra la artrosis. Y ¿cuáles no convienen?, pues ya se sabe: dulces, alcohol, grasas, embutidos...
3
El reposo es importante durante los brotes inflamatorios que causan gran dolor, propios de la artrosis, pero hay que procurar moverse, porque la activación de los músculos protege las articulaciones y beneficia a los huesos. Conviene establecer una rutina diaria de salir a caminar a paso ligero y mejor a plena luz del día para que el sol permita sintetizar la vitamina D, que ayuda a absorber el calcio.
4
No basta con andar un poco para frenar la artrosis, también es necesario practicar ejercicios que fortalezcan los músculos, aumenten la flexibilidad, mejoren el equilibro y reduzcan el dolor. Pero están contraindicados los deportes que implican un impacto directo sobre las articulaciones y los que requieren torsiones. Lo mejor es que un rehabilitador o un fisioterapeuta establezca qué deportes son convenientes y cuáles son los ejercicios adecuados para cada problema de artrosis.
5
Los pies cambian con la edad, así que puede que no sirvan los zapatos de la temporada pasada y que haya que renovarlos con frecuencia para calzar hormas más adecuadas o incluso un número mayor. En el caso de la artrosis, el calzado es esencial porque influye en la buena distribución del peso corporal y en el equilibrio, algo que va a beneficiar a las articulaciones de las rodillas, las caderas y a la columna. Cada persona sabe bien qué zapatos le convienen para andar con paso seguro y firme, sin dolor.
6
Los hábitos posturales son importantísimos. Hay que sentarse correctamente, dormir en una buena cama, no permanecer largos periodos hundidos en el sofá, ni sentados en la silla delante del ordenador, tampoco pasar mucho rato de pie. Si hay que cargar pesos, es necesario hacerlo con la espalda recta, metiendo tripa y con la carga pegada al cuerpo.
7
La aplicación de calor mediante mantas eléctricas o bolsas de agua caliente reduce el dolor y relaja la zona afectada. Otras personas con artrosis prefieren el frío para bajar la hinchazón en los momentos de crisis. Tanto si se usa un remedio como otro o si se combinan ambos, no se debe prolongar su aplicación durante más de 15 minutos.
Por último, una opción fabulosa contra la artrosis es regalarse periódicamente una estancia en un balneario y ponerse en manos de especialistas, porque disfrutar de la vida es el remedio más efectivo contra cualquier dolencia.
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