Borrar
Mateo Casanova, encargado de la Doctor Fade barbería, ayer, corta el pelo a un cliente habitual. Javier Cotera
El boom de las barberías frente a las peluquerías de siempre en Santander

El boom de las barberías frente a las peluquerías de siempre en Santander

En auge ·

Los establecimientos destacan por su «estilo moderno» y los precios bajos que compiten con otros negocios del sector

Laura Fonquernie

Santander

Sábado, 15 de octubre 2022, 07:26

No falta ni un color y un grafiti de la serie Futurama destaca, junto con otros dibujos, como decoración en la pared. Además el nombre del negocio no es baladí aunque habrá a quien las palabras Doctor Fade no le digan nada. Pues bien «es como se llama el corte de pelo», explicaba ayer Mateo Casanova, encargado de la barbería ubicada en el Pasaje de Peña de Santander y que abrió en febrero de este año. Es ese peinado degradado, algo así como «una escala» que va de menos a más. Pero también hacen dibujos con la maquinilla como los han lucido algunos futbolistas y, en general, hacen todo lo relacionado con «barbería de caballero». El suyo es un establecimiento nuevo de un sector que está en auge: «Sí, han abierto varias. Nos conocemos y algunos son amigos», añade Mateo, procedente de Cali, en Colombia. Y basta con darse un paseo por el centro de la capital. Proliferan las barberías. Casi podría decirse que están en todas las esquinas y, además, la mayoría ofrece un servicio «que es asequible», con precios bajos. «Y de buena calidad», subraya el encargado. Aunque en noviembre lo subirán para adaptarse al mercado y porque la subida de costes afecta a todos los sectores.

Precisamente las ofertas y los precios son uno de los factores que no pasa desapercibido ni para los clientes ni para el resto de peluquerías, las de siempre. «No cobran como está el mercado y es imposible competir con eso», reconoce Inma Mata, presidenta de la Asociación de Peluqueros de Cantabria. Con peinados a 10 euros o a 15 si el corte incluye recortar la barba, se complica. Si bien es cierto que cada modelo de negocio «tiene su público», al final es inevitable que se lleven algún cliente porque «son competencia», añade Mata. No obstante, también depende del establecimiento, pero en general las ofertas casi regaladas destacan en sus escaparates.

Destacan el «degradado» y los dibujos, peinados que la población joven busca cada vez más«Traemos el corte de la cultura americana, más moderno; el que hay en España es otro estilo»

Mateo Casanova | Doctor Fade barbería

En eso coincide Mateo porque sabe que ya tiene clientela propia y la gente del barrio «nos conoce», pero es consciente de que la manera de avanzar es «trabajando y metiendo horas» porque la afluencia de gente varía según el mes. Por ejemplo el verano ha ido bien. Están ubicados cerca de las estaciones de autobuses y tren y por el túnel pasan numerosos turistas que se quedan. Pero sobre todo viven del «boca a boca y de que nos recomiendan».

Y a poco más de 200 metros de allí hay otro negocio: Flakko Barber Shop, regentado por Andrés Reynoso, de República Dominicana, que lleva ya un año en la calle Florida. Trabajaba en una peluquería hasta que decidió intentarlo «encontré el local céntrico y la oportunidad», cuenta mientras espera la llegada de clientes. Él trabaja sin cita, una dinámica habitual en el sector. ¿Por qué han abierto tantos negocios similares? «La peluquería española a nivel de caballero se ha quedado atrás», valora Andrés. Y ahora se encuentran con que los chicos jóvenes «buscan otros estilos» que ya conocen bien gracias a algunos famosos o a las redes sociales que acercan otras culturas. En general quieren cortes «más modernos» como dibujos de corazones, rayas... En la pared ha colocado un póster con hasta 63 fotografías de cortes de pelo porque «el 90% pide esas cosas y también se llevan los colores», resume.

«Muchos nos conocemos y somos amigos, pero cada uno con su clientela a base de trabajar y meter horas»

Argeny Sánchez | Argeny Peluquería Barbería

Ofertas para atraer

Más allá de la clientela, el principal problema es encontrar a un peluquero «que trabaje en esta línea». Lleva meses buscando a alguien a quien contratar pero no parecen encajar con las necesidades del negocio. Tampoco el precio que ofrece actualmente es sostenible en el tiempo. En la cristalera anuncia ofertas y cortes a 5 euros «pero el sistema no está para mantenerlo, son ofertas para captar clientes hasta que logre estabilizarme», admite.

«Es imposible competir con ellos. Y, aunque cada uno tiene su público, al final se llevan clientes»

Inma Mata | Asoc. de Peluqueros de Cantabria

Y continúa el recorrido. A apenas dos minutos de allí hay otro parada. En la calle San Luis se encuentra la Argeny Peluquería Barbería, con diez años de experiencia. En su escaparate también destacan las ofertas llamativas con precios bajos. Su dueño, Argeny Sánchez, cuenta que «muchos de los que han abierto ahora han trabajado conmigo». Y coincide con el resto en el motivo que se esconde detrás del boom de estos negocios: «El estilo de España es un corte distinto. Nosotros traemos la cultura totalmente americana», explica. Cortes de pelo «modernos» que en Latinoamérica llevan años triunfando y que encajan en lo que buscan actualmente los más jóvenes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes El boom de las barberías frente a las peluquerías de siempre en Santander