Secciones
Servicios
Destacamos
Como en la película 'Love Actually', estoy segura que a la mayoría de nosotros nos gusta pensar que el amor está en todas partes. Es motivador y cautivador cuando a nuestro alrededor observamos personas que intercambian actos y muestras de amor. Quién no se ha ... quedado prendado al ver como una pareja de adolescentes se regalan muestras de amor enredadas en miradas y palabras, o cuando a la salida de un colegio un padre recoge a su pequeño de tres años que, emocionado, se tira a sus brazos y se funde en su cuello buscando esos mimitos que tanto alimentan viniendo de su superhéroe. Pensemos también en nosotros mismos cuando hemos recibido una muestra de amor, ya sea a través de una valoración o reconocimiento de algo que hemos hecho. Hay pocas cosas como recibir un halago de nuestra pareja o que nuestra madre o padre se acerque y pronuncie algo así como «te amo y estoy orgulloso u orgullosa de ti».
Son tantas las formas de amar y es tan enriquecedor para el ser humano, que es casi imposible no reconocer que el amor transforma todo aquello que toca, lo vuelve más fuerte, más valiente, y lo blinda ante las adversidades. Ahora bien, los ejemplos que hemos visto solo hablan de dar y recibir amor que viene de la interacción con los demás, pero no hay que olvidar que una de las formas de amar más bellas, importantes y reconfortantes para el ser humano es «el amor propio».
Es frecuente escuchar «si tú no te quieres, quién te va a querer». Permitidme decir que esa frase es lapidaria para aquellas personas que la reciben y en su interior sienten un vacío. Cuando los pilares de la autoestima se tambalean, uno no tiene la claridad de reconocerse y autovalorarse. Estoy segura de que es pronunciada con la mejor intención pero, mejor, nunca pronunciemos algo así cuando tengamos en frente a un ser que, en un momento de su vida se encuentre bajo mínimos ante su autoconcepto. Lo que necesita es apoyo, comprensión y recibir amor para poder abrir ventanas en su interior a la hora de encaminar su mirada a ser más comprensivo consigo mismo y aprender a amarse. Dejemos claro que sí nos pueden querer aunque nuestro amor propio esté por los suelos.
Noticia relacionada
Psicóloga, mediadora y coach emocional
En esos momentos, a la hora de regalar una frase reconfortante, es más apropiado decir «estoy a tu lado y te quiero tal y como eres», o simplemente acompañar con el silencio o escribirle una nota en la que aparezcan todas aquellas cosas maravillosas que ves en esa persona y que ella no puede ver en ese momento. Incluso animarle, si es necesario, a que se ponga en manos de un profesional.
Antes de dar unas claves para favorecer mejorar el amor propio, veamos qué implica el concepto. El amor propio es una dimensión del ser humano en la que se ven implicadas un conjunto de emociones, propensiones cognitivas y conductuales de la persona que forman parte de los pilares en los que se fundamenta su autovaloración, concepto y visión de sí mismo, jugando un papel vital en la autoestima de la persona.
Nuestro amor propio se va formado a lo largo de todo nuestro desarrollo vital, especialmente en la infancia, adolescencia y joven edad adulta, fundamentado en nuestras vivencias dentro de nuestro núcleo familiar, contexto social y la forma subjetiva de procesar todo aquello que experimentamos.
Un buen desarrollo personal potencia un amor propio saludable y, a su vez, un amor propio equilibrado que favorece un crecimiento emocional, cognitivo y conductual que nos permite establecer una relación sana con nosotros mismos y con los demás.
Una persona con buena calidad de amor propio potencia su asertividad, escoge mejor a las personas con las que desea compartir momentos, se desenvuelve mejor a la hora de vivir su soledad, de resolver conflictos y desafíos de la vida, tiene mayor facilidad a la hora de ponerse y poner límites, se permite cuidarse y cultivar sus fortalezas. En definitiva, promueve una buena relación consigo misma y que va a influir en su bienestar personal y social.
Después de esta reflexión y acercamiento a lo que es el amor propio, es el momento de que veamos algunas de las claves que nos permitirán aproximarnos un poco más a poder trabajar nuestro autoconocimiento. Fomentar esa autoaceptación incondicional nos otorga el poder sobre la persona que somos y queremos ser, sin dejar tu esencia, tu autoconcepto y aprecio en manos de la opinión de los demás.
1
Pon atención y conciencia en qué clase de sentimientos regentan en ti, qué calidad de pensamientos anidan en tu mente y cómo actúas. Escucha tu voz interior y si es necesario escríbelo para poder identificar si te desenvuelves en función de lo que opinan los demás o por el contrario tienes tu propio criterio a la hora de pensar, actuar y sentir. Convertirte en observador te ayudará a tomar conciencia de tu nivel de amor propio y si necesitas cambiar algo de esta dimensión, en caso de que no te estés amando bien. Focaliza tu atención en aquello que sientes y tienes bueno en ti para potenciar tus fortalezas.
2
No hablo de que te conviertas en un ser sin empatía y que te cambies el nombre por Narcis@. El amor propio implica un egoísmo saludable, en el que la persona reconoce sus necesidades y se da el permiso de atenderse en las diferentes áreas de su vida. Si quieres amarte más y mejor, cada día cuida tu cuerpo y mente, no desatiendas tus necesidades básicas, elementales para tu equilibrio mental, emocional y físico. Practica algún deporte que te guste o si eres de las personas que el deporte no es lo tuyo, camina y date un momento en acción por la naturaleza, cuida tu alimentación, dale prioridad a un buen descanso, a tener momentos en soledad, selecciona con quién compartir tu intimidad y tus interacciones sociales. Dedica un tiempo para hacer cosas que te hagan sentir bien, que sientas que has llenado un momento del día con algo que te haga desconectar de las obligaciones enriqueciendo tu mundo interior. Recuerda, ser egoísta-sano no implica ir arrasando a nuestro paso, sino en saber priorizarnos sin perder nuestra identidad y sin dañar a los demás.
3
Las 24 horas del día convivimos con nosotros mismos, nuestra ente se muestra inquieta y en continuo diálogo a través de esa voz interior. En muchos casos la forma en cómo nos tratamos es la más dura y desafortunada, focalizando toda la atención en lo mal que hemos hecho o dicho tal cosa. Es un error caer en los malos hábitos del pensamiento como es la autoacusación, la hipergeneralización y otras distorsiones cognitivas que nos llevan a socavar el amor propio.
Aprender a mantener un diálogo interior saludable requiere tiempo, proponernos ser conscientes en escucharnos y ser comprensivos a la hora de hacer un juicio justo. Recuerda que a todos nos gusta que nos traten con respeto, amor y buenas formas, por ello la mejor forma de empezar a aplicarlo es tratarnos con respeto y amor. Responsabilízate de tus actos pero sin castigarte ante los errores. Cuando nuestro amor propio está bien forjado, somos capaces de no ser nuestro mayor verdugo y de aprender de nuestros errores y hablarnos a nosotros mismos de forma digna y constructiva.
4
Es importante rodearte de personas que te permitan ser tú, que sientas que a su lado te hacen crecer y que te suman. Reflexiona sobre el tipo de relaciones que tienes y cómo interactúas. Si en tu vida tienes personas que te restan, puede que sea el momento de tomar distancia. En caso de que no sea posible tomar distancia física, puede ser momento de tomar distancia mental para que te pase la menor factura emocional.
Saber aplicar la asertividad, resolver situaciones comprometidas, defender tus derechos y establecer límites es amarse a uno mismo.
Una forma de ayudar a nuestro amor propio es cuidar la forma de cómo amamos a nuestros seres queridos, a través de dar amor el ser humano aprende a reconocer lo que también nos merecemos. Tratar a los demás como te gustaría que te tratasen a ti, es el mejor reflejo para identificar cuando no nos están amando de forma saludable y poder así practicar el amor propio, a través de priorizar y tomar decisiones como distanciarnos de aquellas relaciones tóxicas.
5
Estos tres aspectos pueden dañar profundamente tu amor propio y autosabotear tu valía y capacidad. Date el permiso de equivocarte, de saber que todo lo que hacemos, decimos o sentimos, no tiene que ser perfecto ante nuestros ojos y los ojos de los demás. Querer tener el control de todo es uno de los mayores quebraderos de cabeza para una persona. Aceptar que la incertidumbre forma parte de la vida, que la opinión y las acciones de los demás no dependen de ti, es vital para tener un amor propio equilibrado.
Recuerda, vivir bajo la tensión y el estrés que genera la autoexigencia, el perfeccionismo y el deseo de tenerlo todo bajo control es una forma de autodesgaste. Mantén a raya estos tres jinetes mentales para liberar la presión, date el permiso de aceptarte tal y como eres, aprendiendo de las equivocaciones y de lo desconocido que nos brinda la vida. Si este es tu talón de Aquiles, puede que sea el momento de buscar el apoyo de un profesional.
Oscar Wilde: «Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.